XXIV: Hasta la muerte.

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Gemma tenía una mano en su espalda mientras caminaban.

Harry sí lo había mandado a la casa de sus padres, no lo dejó elegir. Hablaron después de esa pequeña discusión, pero Harry no le dijo las razones. Asintió en silencio y dejó que Harry lo besara en la frente.

El Príncipe, cuando comprobó que Louis se había dormido, salió de la cama y fue a los aposentos de Gemma, la encontró bebiendo, sosteniendo la copa con su mano herida. Lo primero que salieron de los labios de su hermana lo tomaron por sorpresa, y trató de disimular.

"Saca a Louis de aquí, si no lo haces tú, lo haré yo. Me importará un carajo si no me vuelves ha hablar."

Le pidió ayuda, la alfa le dio una afirmación con la cabeza y le hizo una seña para que saliera, pero Harry no obedeció, se acercó a Gemma y le quitó con delicadesa la copa que sostenía.

"No vale la pena, hermana. Tendrás su cabeza, yo mismo te la entregaré."

Gemma lo abrazó.

Harry la dejó llorar en su hombro.

Algunas personas empujaban sus hombros contra sus cuerpos. Gemma se contenía de soltar un gruñido, acercó a Louis más a costado. Por obvias razones se había camuflado con ropas no tan llamativas, y usaba un mantillo para tapar su cabeza y su corona. La razón por la que Gemma estaba acompañando al omega era muy simple; Harry no confiaba en nadie más. Su hermana no le haría daño. Ella tocó la puerta y la madre de Louis abrió los ojos con asombro al ver a su hijo enfrente, con la mano de una mujer alfa en espalda baja. Gemma sin esperar invitación entró en la pequeña casa junto con Louis. Jay tomó su tiempo para cerrar la puerta saliendo del asombro un poco.

"Señora, Louis vivirá nuevamente aquí por un tiempo, su alfa tendrá que aceptarlo sin alguna objeción. Fueron órdenes del príncipe y mías." la omega bajó la mirada al momento que Gemma se quitó la mantilla que su cabeza para revelar su corona. "Nadie tendrá que enterarse de esto, ¿me comprende?"

"Sí, su alteza."

"Esperaré a su esposo, realmente quiero evitarme cualquier inconveniente."

Sólo esperaron un poco. Mark observó a su hijo en silencio mientras que escuchaba a la princesa hablar.

Todo estaba exactamente igual. Sólo había una excepción, en que su cama ahora le pertenecía a otra persona, una persona pequeña que lo miraba con curiosidad, ladeando su cabeza.

Louis no quería estar allí. Lo único que quería era volver a Harry. Su Omega se movía en círculos en su pecho, incómodo y triste. El Príncipe le dijo que tendría seguridad estando en casa de sus padres, pero Louis sabe que no es cierto, el único lugar donde se siente seguro es con él, con Harry.

Su madre lo observaba, quieta y su padre estaba sentado en la silla del frente de igual madera observándolo en silencio. Gemma se fue hace unos segundos, no sin antes regalarle una caricia en su rostro y prometerle en un susurro que volvería para verlo. Bajó la vista nuevamente, jugó con sus dedos en su regazo. ¿Sus padres no iban a decir nada?  En un acto de valentía que atravesó su cuerpo, encaró a su padre mirándole con cierto brillo de temor en sus ojos.

"Basta..." susurró. "Es incómodo."

"¿Desde cuándo te atreves a levantar la cabeza a un alfa?" Mark cruzó sus brazos sobre su pecho y se apoyó completamente al respaldo de la silla. "¿Por qué te trajeron aquí?" un momento de silencio antes de que soltara una risa seca. "No, ¿Por qué lo hizo princesa? ¿En qué estás metido?"

"Mark." advirtió su esposa nerviosa.

El alfa se levantó y salió sin más de su casa, cerrando la puerta de golpe, ambos omegas saltaron por el susto en su lugar. Louis se movió para levantarse. Tragó antes hablar.

Awmygha [Omega] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora