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El rostro estupefacto de todos al ver a la gigantesca criatura reposando encima de la que alguna vez fue el hogar de Connie.

Los demás habían ido a buscar demás sobrevivientes, tal como el comandante lo había dictado, sin embargo, parecía que no quedaban más personas habitando ahí.

-¡Connie! ¿¡Encontraste más sobrevivientes!?- Reiner preguntó

-No- Le respondió-. No hay ninguno.

Su voz comenzó a quebrarse.

Sus ojos de dilataron y comenzaron a llenarse de agua, hasta que finalmente dejó su lágrima caer.

-Se acabó...- Continuaba diciendo; Connie mantenía el ceño fruncido mientras las lágrimas continuaban derramándose – Mi pueblo ya no existe.

La expresión de Reiner cambió a una no habitual, de repente caminó hacia Connie y apoyando un brazo en su hombro izquierdo giró la mirada apretando los dientes y con el ceño fruncido.

Uno podría darse la idea que asemejaba darle sus condolencias, pero parecía de lo más falso, o por lo menos, que había algo más detrás de esa condolencia.

Bertholdt lo miró atentamente.

-Aquí pasa algo raro.- Llegó diciendo el jefe del escuadrón - ¿Vieron algún cadáver?

Connie negó con la cabeza.

-No.- Reiner respondió.

Bertholdt no dejaba de mirarlo, ¿qué era lo que se traía en mente?

-Yo tampoco.- Éste dijo volteando en seguida la mirada.

El jefe comenzó a cuestionar:

-¿Es posible que los Titanes no dejaran ni un rastro de sangre...?-

-Seguro es que huyeron. Eso es que no se comieron a nadie.- Comentó una de las reclutas que los acompañaba. – Seguro que tampoco a tu familia.

Eso sobresaltó a Connie, parecía que un poco de esperanza le habían devuelto.

-Claro, tiene que ser eso.- Siseó.

-Sí. Es imposible que se los comieran y no quedara ni un rastro.- Le dijo.

Pero eso puso a pensar más al jefe, puesto que había cosas más imposibles, por ejemplo: Si de verdad lograron marcharse, ¿por qué los Titanes destrozaron hacia ese punto bastantes casas vacías? Y lo más extraño era el establo, puesto que huir sin caballos no les daba mucha oportunidad de sobrevivir.

-Si tienen sus antorchas, nos vamos. - Les dijo. - ¡Vamos a buscar el agujero en la muralla!

Y así, todos corrieron hacia los caballos nuevamente.

Connie exhaló profundamente, su familia no estaba ahí. Vivas o muertas, no podía saberlo...

¿O tal vez sí?

La Titán continuaba mirándolo.

Connie comenzó a alejarse.

Los demás ya estaban encimados al caballo y comenzaron a partir, éste apenas estaba acomodando la silla, apenas terminó, lo montó, cuando de repente, escuchó...

-Bienvenido.

Se paralizó.

No podía creer lo que había escuchado.

Con los ojos bien abiertos, comenzó a mirar detrás de él, hacia donde el Titán reposaba...

La mandíbula de la criatura se movía, al parecer, en realidad era imposible, pero ¡quería hablar! El Titán le había hablado.

ATTACK ON TITAN : SNK (Incluye 2da temporada del MANGA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora