Our Star. {Larry Stylinson} TERMINADA

Capitulo 12: Solo una gota en el océano y un cambio en el clima.

"Sólo una gota en el océano y un cambio en el clima, estuve rogando para que tú y yo terminaramos juntos, es como desear por lluvia en el medio del desierto, pero me mantengo unido a ti más que nada, porque tú eres mi cielo..." A drop in the ocean - Ron pope.

Un fuerte quejido hizo salir a Louis de su pesado sueño, se sobresaltó un poco al darse cuenta de que no estaba en su cama ni su cuarto, pero se tranquilizó al instante de recordar que se encontraba en la casa del rizado.
Otro quejido, ahora un poco más débil, llegó hasta sus oídos. Se incorporó sentándose en las abrigadoras frazadas y miró a Harry, quién yacía en la cama en una posición algo incómoda. Su rostro estaba muy sudado, su ceño fruncido y su boca apretada fuertemente formando una línea recta en sus labios secos. Se removía incómodamente bajo las suaves colchas, y Louis dedujo que quizás estaba teniendo un mal sueño.

-Harry.- Lo movió levemente con su mano desde la posición en la que se encontraba y el rizado soltó otro molesto quejido.

-Hey.- Siguió intentando pero sus intentos por despertarlo eran vanos.
Louis se puso de pie a un lado de la cama observando que no sólo su rostro estaba empapado en sudor, si no todo su cuerpo. Llevó su mano hasta la frente del rizado tomando su temperatura y notablemente estaba volando en fiebre.
En ese momento Harry despertó bruscamente haciendo que el castaño se sobresaltara un poco. Su respiración era dificultosa y sus ojos estaban abiertos de par en par demostrando algo de miedo en ellos. Parecía un pequeño niño que se despierta luego de tener una horrible pesadilla, asustado y abrazando fuertemente a su viejo oso y Louis se sintió vulnerable frente a él.

-Iré a traerte un paño mojado, no te muevas.- Murmuró y los ojos verdes de Harry se posaron sobre los azules de Louis asintiendo débilmente. Louis se dirigió al pequeño baño que el rizado poseía en su cuarto y tomó una playera cualquiera de el cesto de ropa sucia, para mojarla con agua fría. Se dirigió al cuarto nuevamente y Harry no quitaba sus ojos adormilonados de encima de él, observaba minuciosamente cada movimiento que hacía. Louis acercó su mano temblorosa hasta la frente del ojiverde, haciendo a un lado los rizos salvajes que caían sobre su rostro y Harry cerró suavemente sus ojos ante la acción. Llevó el húmedo trapo hasta la cabeza de Harry y lo acomodó bien para que no callera ante algún movimiento brusco que diera.

-¿Por qué haces esto?- Harry inquirió en un murmuro mirando a Louis con ojos extrañados. El castaño lo observó por unos momentos sin saber que contestar. ¿Por qué estaba haciendo eso? Es decir, hace apenas unos días se encontraba riendo de el sufrimiento del rizado y ahora estaba preocupado de que nada malo le sucediera, lo estaba cuidando. Por alguna razón, ahora Louis no quería que nada malo le ocurriera.

-No lo sé- Respondió sinceramente sin apartar la vista de los perfectos jades que tenía enfrente. -Realmente no lo sé...-

Ambos chicos se quedaron en silencio observándose durante unos segundos, cuando un fuerte trueno los hizo reaccionar. Tanto Harry como Louis giraron sus cabezas hacia el gran ventanal, afuera los grandes árboles eran sacudidos violentamente por el fuerte viento, y vagas gotas chocaban contra el cristal. Parecía que tendrían una gran tormenta.
Luego de eso ambos chicos se acostaron en silencio nuevamente. Eran alrededor de las tres de la mañana y aún faltaban algunas horas para la escuela.
La habitación se sumió en un gran silencio, solo el violento mover de los árboles se oía, y a través de la ventana sus terroríficas sombras se proyectaban en la pared.

-Louis.- Harry habló muy suavemente. Parecía que ni tanto él como Louis lograrían pegar un ojo esa noche.

-¿Qué sucede?- Louis se incorporó fatigosamente observando al rizado quién estaba acurrucado en su cama junto a su oso. Una suave mano empezó a toquetear su rostro.