Tercer encuentro: Seras y Elliot -2-

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The winds of time will carry me 
~Los vientos del tiempo me llevarán~

To live without dubiety 
~Para vivir sin incertidumbre~

Don't let this ever end 
~No dejes que esto termine~

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—  ¡Increíble!

Seras estaba maravillada con la exposición de "la pucelle". Elora le explicó que las instalaciones de su organización eran subterráneas y que el actual museo había sido la casa que siglos atrás habitó Juana, ahora patrimonio cultural. Se exhibía de todo relacionado con la santa, desde cartas firmadas por ella hasta la armadura que usó en las cruzadas, pero lo mejor fue el ver la espada con el escudo de armas del apellido D'arc como fondo, el arma que blandió en nombre de dios.

—  La espada es parte del ritual que tendremos esta noche, así que podrás verla fuera de esa vitrina.

—  Ritual, ¿es la ceremonia que mencionó Elliot?

—  Sí. ¿te explicó algo al respecto?

—  Hum, no... —Seras dudó, tratando de recordar todos los detalles de la charla que tuvo antes con el joven castaño. — Creo que solo mencionó la historia de Juana y Rais.

— Bueno, es exagerado llamarlo ceremonia o ritual. Hoy celebramos el aniversario luctuoso de Juana; Olivier da un discurso sobre ella, todos lo escuchan y aplauden cuando acaba, el sucesor del legado de Pierre blande la espada y hace una demostración de combate con Olivier, nos recordamos lo patéticos que somos por no poder atrapar a Rais... nada fuera de lo normal. Aunque, contigo presente, dudo que quieran lamentarse porque somos unos inútiles.

—  No deberían juzgarse de esa forma, Hellsing también ha tenido problemas para destruir objetivos...

Habló sin pensar, el recuerdo de aquella fatídica noche aún calaba en su interior. Después de la desaparición de Alucard, Integra y ella tuvieron que hacerse cargo de Hellsing solas; la pucelle fue la única organización antivampiros que pudieron contactar y que ayudó a la limpieza de ghouls en Londres, no se generó algún vampiro nuevo a pesar de los cientos de víctimas vírgenes que fueron mordidos por los engendros creados artificialmente por Millenium y eso facilitó un poco el trabajo, además de que les tomó casi seis meses reconstruir la mansión y los cuarteles y hacerse con fuerzas de combate. Una noche el capitán Bernadotte pudo manifestarse físicamente a través de su aura vampírica y Seras por fin pudo decirle que lo amaba; noche tras noche él estaba a su lado y juntos se encargaron de entrenar y comandar a las fuerzas de la real orden e incluso algunos de los gansos originales acudieron al llamado de su capitán. Todo iba relativamente bien y así se mantuvieron las cosas por cinco años hasta que un peculiar objetivo apareció; todo indicaba que era un vampiro, pero no se comportaba como tal, seguía un patrón extraño de víctimas (niños principalmente) y todas las escenas del crimen estaban tétricamente decoradas con altares y símbolos de brujería. Integra le encomendó la misión de rastreo, solo tenía que investigar la posible ubicación del objetivo y dar orden de iniciar un ataque, pero Seras se confió demasiado y al encontrarlo decidió atacar por su cuenta. Pip notó la desventaja que tenían sobre ese vampiro, no solo se valía de sus habilidades de nosferatu sino también atacaba con invocaciones de seres amorfos y sombras; no pasó mucho tiempo antes de que lograra someterla y casi asesinarla. La rubia siempre se preguntó de que forma podía regenerarse su maestro una y otra vez, de donde venía tanto poder, esa noche lo descubrió... Alucard sacrificaba las almas en su interior para ser prácticamente inmortal, entre más almas consumiera más vidas adquiría para sí. Ella solo tenía el alma de Pip y él se sacrificó una vez más para salvarla, el objetivo escapó creyendo que estaba muerta y mal herida regresó a los cuarteles. Desde esa noche jamás volvió a hablar con Pip, aún conservaba sus recuerdos, pero ya no podía sentirlo en su interior; Integra se compadeció de ella y le entregó un cáliz que contenía algo de sangre del conde para que bebiera de ella y al fin dejara de ser solo una sirviente, para que fuera fuerte sin la necesidad de Bernadotte. Pasó cada día de su existencia lamentándose por la pérdida de Pip hasta que Alexander le dio la orden de ir a Francia, mantuvo la pequeña esperanza de que estando en el país natal del capitán, él podría manifestarse de nuevo.

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