Capítulo 4

164 11 0
                                    

Cuando llegué a la mesa en realidad en dio un poco de miedo, yo no solía estar con ellos. Ahora esos pensamientos parecen incoherentes pero en ese momento tenían sentido.

-Hola- dije.

-Hola- respondieron todos.

-Amalia, ocupamos hablar- dijo Tomás.

-¿Si?- Contesté.

-Bueno es que yo quiero llevar a Scott, pero el también llevaría a su novia, Abril y no se si tu quieras, ya sabes siendo sincera ¿te cae bien Abril y Scott?

-¡Claro que si! Si ellos son un amor de personas,- dije y era verdad- obviamente que pueden venir, así ya somos 6 ¿todos están seguros de poder ir?

-¡Si!- respondieron Scott y Tomás, los demás asintieron.

-Bien, pues poco tiempo antes les aviso sobre todo, una recomendación, ponganse en forma, podríamos hacer recorridos en bici, yo voy muy seguido, podríamos hacer uno diario, nos ayudaría a convivir mas, y a resolver nuestras diferencias ahora y no allá. ¿Están todos de acuerdo?

Todos asintieron -Ammm yo no se andar en bici- dijo Abril.

Todos estallaron en risas, yo no, yo aprendí a los 12 años, antes de eso me daba pavor subirme, pero cuando empecé me encantó, me duele que Abril no sepa lo que se siente.

-No sean groseros, Abril ¿Puedes ir hoy a mi casa? yo te enseño.

-Sí, hoy voy.

-Bueno ¿qué van a hacer hoy en la tarde?

-Nada- respondieron Scott, Abril, y Craig.

-Tarea- dijeron Abigaíl y Tomás.

-Oh, si nosotros también tenemos tarea- dijo Scott.

-Bueno, ¿que tal si yo les paso la tarea de Mate la de Química y Física y ustedes vienen a mi casa?- dije, pensando que así los convencería.

- Bien- dijo Tomás -yo de todas formas iba a ir a tu casa y ahora tengo 3 tareas menos.

-Tomás, tu prácticamente vives en mi casa.

-Buen punto- dijo él, todos nos miraron raro.

-¿Son novios?- preguntó Abril.

-¡No!- le dije o mas bien grité.

-!Si! Llevamos meses saliendo y no se habían dado cuenta- dijo Tomás en tono serio -pero ya no vamos a poder mantener en secreto, pero ya no lo niegues cariño, son nuestros amigos, vamos dilo.

Tomás estaba jugando, pero yo no le iba a seguir el juego.

-Somos amigos Abril, no le creas a este idiota.

-Aceptalo, estas perdidamente enamorada de este idiota, amor ya dilo.

-No me digas amor, estúpido.

-Entiende ellos no le dirán a nadie, ya dilo.

- Yo no voy a decir nada porque mentir es malo, muy malo.

-Pero si no es mentir, vamos bebé- me tomó por la cintura (ya que estaba sentada a un lado de el) me cargó en su regazo.

-10, 9, 8, 7...

-¡Oh! Vamos, no le puedes contar a tu novio, no me harías daño.

-...6, 5, 4, 3, 2, 1- esta vez no lo golpeé, tomé su hombro con delicadeza- bueno, voy a aceptar ¡Qué eres un estúpido!- dije clavando las uñas en su hombro, un segundo después encontré su nervio y lo presioné haciendo que se retorciera y gritara del dolor.

Volví a ver a los chicos, Abril, Craig y Scott parecían divertidos, pero Abigaíl no, ella sabía lo que se sentía, una vez lo tuve que aplicar con ella, pero ella no se retorció ni gritó, creo que Tomás exageró un poco, pero se preguntarán ¿Por que le pellizcas los nervios a la gente? Simple, porque duele mucho, pero no deja la mas mínima marca.

Me bajó de su regazo y me sentó en la silla, aún me asombra que pueda cargarme, recordando que mido solo unos pocos centímetros menos que él que el y me considero alta, mido 1.72 y no soy una chica esqueleto a la que puedas cargar todo el día si quieres, pero no estoy gorda, no es así.

Bueno los chicos mi miraban raro.

-¿Qué le hiciste?- Preguntó Scott.

-¿Yo? Nada.

-Amalia...- me regañó Abigaíl.

-¿Si?- dije poniendo la cara mas angelical que pude.

-Di la verdad- me mira como cuando mi madre me regaña.

-Bueno, tal vez, solo tal vez le presioné el nervio que va por el hombro hasta el codo.

-Y me dolió mucho- dijo Tomás.

-Era el punto- Contesté sonriendo.

-Bueno, como ven esta chica que parece tan linda, tan dulce, es tan peligrosa, su hermano la hizo terriblemente agresiva antes de irse a estudiar.- dijo con la mirada perdida, probablemente pensando en mi hermano golpeándome y peleando, no lo sé- Por favor, Amalia recuerdame por qué soy tu mejor amigo y por qué te soporto todo el día todos los días.

-Mas que nada porque nadie mas te soporta a ti estúpido, sin cerebro, malcriado, tonto, juguetón...

-Bueno, bueno, ya me acordé de por que soy el mejor amigo de la Amalia - niña nacida para pelear- dijo haciendo énfasis en lo último.

-No puedes vivir sin mi, es mas recuerda que te he sacado de varias peleas.

-Pudiste haber dejado que me golpearan, pero como no soportarías a esta lindura de rostro con algún hematoma pues te metiste y le partiste la cara a todos...

-Es raro pero ahora pienso que nunca he peleado con una chica, debe de ser más fácil, mas puntos débiles, mas zonas sensibles...

-Es raro pero ahora me siento medio invencible gracias a que la mejor peleadora de la preparatoria me defiende.

-Si yo fuera defendido por Amalia claro que me anduviera peleando con todo el mundo, me pregunto cuál es la debilidad de Amalia- dijo Scott.

-Los animales- contestó Abigaíl.

-Los libros- dijo Tomás.

-No ese tipo de debilidad, sino algo que no pueda hacer, algo para lo que no sea buena- corrigió Scott.

-¿Coquetear?- dijo Abigaíl.

-Es cierto, mmmm... Amalia nunca te haz enamorado- okay, esto se esta saliendo de control, puedo sentir el color en mi cara.

-¿Ella? Amalia no tiene ese tipo de sentimientos hacia nadie real. -dice Abigaíl.

-No pueden decir eso de mí- digo, aunque se que estoy mintiendo ya que no estoy y nunca he estado enamorada.

-Si podemos, es cierto, Amalia- Responde Tomás.

-No pueden decir que yo no quiera pareja, es solo que no he encontrado a nadie aún- digo sincera.

°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_°

Voten!!

Así soy: SoldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora