Esta historia de seguro es muy conocida, pues me la contó mi papá hace mucho tiempo y mi papá no tiene imaginación para crear historias de este tipo, (ademas de que busque en Internet y la encontré fácilmente U.U)pero bueno yo solo quería compartirla aquí, no encontré quien escribió la historia original así que no se como darle crédito, claro que no es totalmente igual, yo le agregue mi toque y le cambie varias cosas pero la lección es la misma ;).
En una ciudad cualquiera, vivía un padre amoroso y gentil, el padre era un médico que tras mucho esfuerzo y donaciones que recibía su orfanato, pudo estudiar la primaria y secundaria, logro conseguir una beca en la universidad, que aseguro su futuro como médico . Siempre que tenia la oportunidad ayudaba a los demás, no solo como médico, un ejemplo de ello seria que donaba dinero cada mes a su antiguo orfanato. El hombre vivía solo con su hija, considerada un regalo de su esposa fallecida hace unos 14 años tras dar a luz.
La chica le pregunto a su padre que, como pudo afrontar tantos sucesos en su vida sin desmoronarse. Pues era cierto el padre había afrontado muchas penurias y desilusiones antes que naciera su hija, el abandono de sus padres, la idea de que nadie quiso adoptarlo y la muerte de su esposa, la mujer que el amaba.
—Hija, te contare algo que me explico el cocinero del orfanato un día que me encontró llorando porque a uno de mis amigos lo habían adoptado y a mi no. El era un hombre muy sabio y trabajador que siento que si no me hubiera dicho lo que escuche ese día ahora no estaría donde estoy y ni siquiera estaría hablando contigo.
La hija sorprendida por tal confesión de su padre decidió acompañarlo y escucharlo.
El padre llevo a su hija a la cocina, puso tres ollas con agua en la estufa, saco del refrigerador una zanahoria y un huevo, también saco de un estante, granos de café. Cada producto lo puso en una olla diferente y se dispuso a poner el agua a hervir, al cabo de 25 minutos apagó la estufa y puso cada producto en un recipiente. El hombre le pregunto a su hija.
—¿Qué vez?
—Emmm...pues una zanahoria, un huevo y un café, papá.
—Hija, toca la zanahoria.
La chica obedeció, sintió que la zanahoria estaba blanda.
—Ahora pela el huevo.
La chica pelo la cascara del huevo y al hacerlo se dio cuenta que estaba duro.
—Y ahora toma el café.
La chica se alegro al realizar esta acción ya que pudo sentir el rico aroma del café y la plácida sensación que recorría por su cuerpo al tomarse esa taza de café.
—Papá no entiendo, ¿Que significa todo esto?
—Hija, estos tres elementos se han enfrentado a la misma adversidad: agua hirviendo. Pero han reaccionado en formas muy diferentes.
La zanahoria llego al agua, fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se volvió débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil, su cascara fina protegía su interior líquido pero después de estar en el agua hirviendo su interior se ha endurecido.
El café sin embargo es único, después de estar en el agua hirviendo, ha cambiado el agua.
¿Cuál eres tú? —Le pregunto su padre— ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero cuando la adversidad y el dolor llegan hacia ti te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo que comienza con un corazón maleable, poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte una separación, o un despido, te has vuelto dura y rígida?
¿O eres como el café? El café cambia el agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor, cuando las cosas se ponen peor reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
Yo decidí ser café, decidí que no importa que problema me toque, lo enfrentare con inteligencia y no derrumbándome, que por más problemas que tenga, la vida continua y no puedo darme el lujo te tumbarme a llorar.
— Yo también quiero ser café, papá.
— Me alegra oír eso, recuerda que eso solo lo puedes lograr tú...
El día a día nos hace enfrentarnos a situaciones de todo tipo, como reaccionamos ante ellas es lo que crea la diferencia...
¿Y tu cual eres de los tres?
Que bonita reflexión verdad :D Me tome la libertad de crearle una historia un poco trágica para mi gusto, al padre. Bueno después veré si creo alguna otra historia o hago alguna como esta: Me inspiro de otra historia y le agrego algunas cosas, pero claro sin perder la idea original. Nos vemos mis pecadores y pecadoras ;) (Así los llamare de ahora en adelante) PD: Fue con amor no se ofendan :3
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Historias Desordenadas
RandomEn este libro te presentare varios relatos de muchos géneros.