Podría haber ido por otro lugar, quizá no estaría acorralada en este momento y si fuera otra persona seguiría en este callejón sin salida. Mientras él se me acerca las lágrimas se escapan de mis ojos, recorren mis mejillas y se impactan en el suelo. Me gustaría seguir corriendo y lo haría si este muro no estuviera frente a mí. Se está acercando con una sonrisa maquiavélica.
-¿Qué quieres?- digo con la cara empapada
-Solo quiero tu vida, puede que divertirme un poco viendo cómo te desangras- dijo con tanta naturalidad que no me cupo la menor duda de que este sería mi fin.
No sé cómo me abalance sobre él, gritando de rabia, desafortunadamente sentí su puño impactar en mi estómago y me arrodille. Lo último que sentí fue un golpe en la cabeza que me dejo inconsciente.
¿Por qué la luz solo me apunta a mí? ¿Qué me está sujetando las manos? Me duele la cabeza.
-Si te gusta, recibiré complacido tus felicitaciones, si no, lo siento pero no pude decorar - escuche la voz entre la obscuridad- ¡ja! recuerdo que me has gustado desde el bachiller Ely, pero nunca me atreví a confesártelo… claro ahora me arrepiento, en dos meses te casaras y con tu felicidad llegara mi odio y desprecio, pero nada que pueda superar estos celos.-¡¿Pero quién eres?!- mis lágrimas caían de nuevo en el suelo y el terror jugaba en mis entrañas
-Tú también estabas enamorada de mí, recuerda un poco, desaparecí después de la graduación y digamos que era tu confidente. ¿Ya recordaste? Solías decir que era tu compañero de secretos.
-¡¿Rogelio?! ¡Pero qué demonios te pasa! ¡Suéltame maldito imbécil!- mi voz retumbaba con furia en aquella habitación, sentí una fuerte desilusión, pues todo lo que él decía era verdad-
¿Por qué haces esto?
-Ya te lo dije, tu felicidad me provoca nauseas, únicamente porque no es conmigo. Estoy tan celoso, sabes, si yo fuera el, me entregaría a ti cada noche, soñaría nuestra vida juntos, buscaría tu cuello, tomaría tu estomago con un cuchillo y lo ¡desgarraría!- lo dijo con una carcajada tan espantosa, que solo seguí llorando.-Puede que tengas miedo pero créeme pronto tu sufrimiento lo superara, o por lo menos eso planeo.
De repente saco un revolver de su pantalón y me miro maliciosamente.
-¿Quuee vas a hacer? ¡Contesta maldición!Escuche el fuerte retumbar del arma y el impacto en mi hombro derecho, no pude evitar un fuerte alarido de dolor, en unos cuantos segundos el costado de mi cuerpo estaba empapado, la pistola sonó de nuevo esta vez en una de mis piernas. Otro grito interrumpió mi llanto.
-Basta por favor, te lo ruego ¡Hare lo que sea!
-Lo siento Ely pero no puedo obligarte a quererme y para tu mala suerte no quiero que lo hagas, me hace más feliz el verte sufrir y no creo que quieras dejarme hacerte daño si te libero.- fue lo último que me dijo antes de sacar un cuchillo y acercarse a mí.Corto mi ropa dejándome con unos trozos deformes de tela, la sangre ahora teñía mi cuerpo semidesnudo. Sentí su cuchillo desgarrando mi vientre, empuño el arma y lentamente la fue subiendo hasta la punta de mi estómago, la sangre bañaba sus manos y al sacar el cuchillo se las miro y comenzó a lamerlas, saboreó ese líquido putrefacto y dejo impecables sus malditas manos y el cuchillo. Ahora su lengua áspera acariciaba mi seno y sus labios se pintaban cada vez más con el carmín obscuro de la sangre.
-Yaaa maa-tata-me- dije con todo el dolor que sentía. Él me dejo atada a aquella silla, se marchó y logre escuchar de su voz un “gracias por la compañía”.
Mi cuerpo se está desangrando y la poca vida que me queda se está yendo gota a gota, solo me queda pensar en mi novio y en cuanto lo amo. Pues ahora me extingo y mi prometido Sergio ahora es solo eso, una “promesa”. Si otra vida me espera, quiero que estemos juntos, pues si la otra vida es a tu lado, la otra vida será maravillosa.
-Esta mañana fue encontrado el cuerpo de una mujer, de unos 20 años, la mujer estaba en una bolsa negra de basura en el patio de un asilo, hay señal de abuso sexual y el cuerpo esta mutilado, se desconoce el paradero de la cabeza de la chica. Entre otras cosas el narco…
-Mira Ely saliste en televisión, es una lástima que solo el cuerpo se lleve la fama- dijo Rogelio mirando a la cabeza momificada que estaba a su lado mirando la televisión- Por cierto saluda a nuestro invitado, lo conoces muy bien, ¿no es así Sergio?