Capítulo 10

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Fred:
Viernes 25 de Mayo

Después de estar todo el día de ayer pensando en el comportamiento de Vanessa, por fin había tomado una decisión... Que la llevaré acabo hoy.

Vanessa:

Un día más en ese instituto... Pero suerte que hoy ya era Viernes porque así tendré un fin de semana de relax para mi sola, a no ser que Fred se quiera unir a mi fin de semana de descanso...

— Hola, Vanessa. — Me dice alguien a mis espaldas, así que de inmediato me doy la vuelta para saber quién es.

— Hola, Zack ¿Qué pasa?

— Nada, solo quería saludarte.

— Em... Vale. — Le digo mientras le ofrezco una de mis mejores sonrisas.

— ¿Nos vemos luego?

— Nos vemos luego. — Y cada uno se va para su clase.

Cuando las clases llegan a su fin me dirijo a mi casillero para guardar los libros, pero alguien detrás mio hace que me de la vuelta, ya que noto como me cogen por los hombros y como aquel que dice me obligan a girarme.

— Fred, que susto.

— Eso no importa. Tenemos que hablar. — Me dice muy cortante, así que lo único que puedo pensar en este momento es que lo que él tiene que decirme no es nada bueno.

— ¿Qué pasa?

— ¿Qué pasa? No ¿Qué pasa contigo Vanessa? — Ahora sí que no entiendo nada.

— ¿Conmigo?

— Sí. No entiendo porque no confías en mí después de tanto tiempo juntos...

— Pero sí que confio en ti.

— ¡Pues no es lo que parece! — Dice asombrado el muy imbécil.

— ¿A que te refieres?

— A que si eso fuera verdad, no tendrías que haber ido a reclamarle a Diana y menos a pelear con ella...

— Fred, solo quería que me lo explicara ella. Pero...

— Pero nada. Vanessa no tienes excusa. — Me interrumpe, antes de que le pueda explicar. — Creo que lo mejor que podemos hacer es darnos un tiempo por separado.

— ¡¿Qué?! ¿Estás rompiendo conmigo? — No me lo puedo creer.

— No, solo te pido un tiempo...

— ¡Pero si no me has dejado que te explique exactamente lo que pasó!

— No me interesa. Solo te pido eso... Un tiempo por separado. — Y después de decirme eso se va tan ancho dejándome a mi otra vez sola con mi casillero.

Estoy completamente confundida... Pero cuando termino de comprender todas aquellas palabras que me ha dicho, empiezo a notar como mis ojos empiezan a arder y quieren sacar toda esta rabia que me reconcome por dentro en lágrimas.

Así que lo único que se me ocurre es ir al baño de chicas a llorar y a pelearme con la pared. Por suerte, cuando entro está completamente vacío y no me extraña ya que las clases han acabado.

— ¡Idiota! — Le chillo a la pared justo antes de estampar mi puño contra ella. — ¡¿Qué clase de chico no deja que su "novia" se explique?! — Otro puñetazo se dirige hacia la pared. — Supongo que Fred. — Eso suena más a un susurro que a otra cosa, pero aun así la pared se lleva otro golpe. — ¡Fred! — Al repetir su nombre mientras le pego a la pared, puedo notar como por mis mejillas caen lágrimas ardientes y pesadas a lo largo de mi rostro, pero no son de tristeza sino que son lágrimas cargadas de rabia retenida contra él. — ¡Me las pagaras! — Per justo cuando voy a dar otro golpe alguien me coge el puño impidiendo que este se estampe contra la pared como los demás. — ¿Pero qué...? — En seguida noto que quien me había cogido el puño me empuja hacia sí mismo/misma, (ya que todavía no sabía quién era...)

— Vane, tranquila. Todo va a salir bien... — Me dice esa voz masculina que me resulta familiar, mientras me acaricia el pelo (como si eso fuera a tranquilizarme...)

— ¿Cómo lo sabes Zack?

— No lo sé. Solo quiero que dejes de pegar a la pobre pared que no tiene culpa de nada.

— Espera ¿Estás en el baño de chicas?

— Sí. Pero no me importa. Igualmente no hay nadie por aquí.

— ¿Zack?

— ¿Qué?

— Gracias. — Le digo abrazándolo como puedo , ya que me saca un par de cabezas el tiarron

El Secreto Del PuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora