Soñe contigo

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Sentía que los párpados le pesaban, llevaba mucho tiempo si dormir.

Cuando le cortaron la mano el dolor había sido tan intenso que no le permitía conciliar el sueño.
El hedor que emanaba de su mano podrida que se le ataron al cuello era nauseabundo.

-Ser Jaime-la voz de la moza lo llamo

Sin embargo ya no se encontraba encadenado. La brisa cálida y húmeda soplaba acariciando sus cabellos dorados.

-Hola Amor-una voz femenina lo llamo

Se giró con la esperanza de encontrar a su hermana Cersei, pero el cabello no era tan brillante y los ojos que lo veían no eran verdes como esmeraldas.
Eran de un tono más bello o más bien era la mirada más tierna, y de un color azul como los zafiros.
En aquel momento logró verla bien, era Brienne, sus ojos eran hermosos, su cabello rubio claro como la paja.
Nunca se había dado cuenta de que aquella mujer era tan bella, no tenía curvas exuberantes, pero su rostro era esculpido por la doncella.
Una preciosa sonrisa, con dientes tan blancos como perlas se abrió paso a través de su rostro, sus mejillas con pecas se tornaron rosas y sus labios rozaron los suyos.

Sé quedo como piedra, sus labios eran tan suaves y sabían a inocencia.
Su beso era torpe pero sincero, un beso que ni siquiera Cersei le había dado cuando eran niños.

Al separarse una sonrisa se expandió por los labios del mata reyes, no era arrogante, era sincera como hace mucho tiempo que no se le veía en el rostro.

-Ser Jaime-

Si aquí estoy

-Ser Jaime-

Que sucede acaso no me ve?

-Ser Jaime-

Los ojos verdes del caballero se abrieron, notando la oscuridad y la fogata que alumbraba el lugar.
Su mano putrefacta aún colgaba de su cuello y la doncella de Thart estaba atada frente a él.

-Brienne, que sucede?-cuestionó muy confundido y con la garganta seca

La mujer de apariencia de hombre lo miro extrañada y preocupada, no la había llamado moza. Acaso estaba delirando o la herida se había infectado.

-Ser Jaime, tome necesita comer-dijo ella extendiéndole un trozo de pan con queso de cabra
-Gracias Brienne-dijo tomándolo con su mano izquierda, que no estaba acostumbrada a realizar las funciones de la derecha

Cuando terminó de cenar, se acomodó en el duro y frío suelo que le lastimaba la espalda para retornar su sueño.

-Brienne-
-Si, Ser Jaime-contestó la joven de ojos azules extrañada por su reciente amabilidad
-Dormirías conmigo?-

Las mejillas pecosas se pusieron rosas, al igual que en su sueño.

-Soy un león pero no muerdo-le aseguró esbozando una sonrisa

Sus ojos azules que brillaban a la luz de la antorcha lo examinaron y con precaución se sentó a su lado.
Jaime Lannister se durmió, con la hermosa promesa de sus sueños y la mujer de ellos a su lado.

Soñé contigo [#Wattys2017]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora