Lysandro

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Él estaba enamorado de Rosalya, pero sabía perfectamente que ella amaba a su hermano. Era algo que le dolía, pero había aprendido a aceptarlo. Cuando esa chica, con los ojos llorosos lo había rechazado, supo que no había nada más que hacer y decidió olvidarla.

Y lo consiguió. Había aparecido Sucrette en su vida y todo era maravilloso, ella era esa chica que tanto tiempo esperó, aquella a la que quería tener por siempre a su lado, pero el accidente se aseguró de borrar todo rastro de ella y de esa felicidad que lo llenaba.

Olvido al amor de su vida para siempre.

Cuando dejó el hospital solo escuchaba quejas en los labios de sus compañeros, algo como que una chica había dejado el instituto sin aviso y a todos los tenía devastados, jamás se interesó por hacer preguntas ya que no era su estilo entrometerse en temas externos y tampoco ninguno de sus amigos habló con él sobre esa muchacha, llegó a pensar incluso ella no era de su círculo de amigos y que nada de eso le afectaba. Al tiempo, comenzaron los sueños... una chica de cabellos oscuros y ojos verdes que le sonreía cada vez que la miraba, con una voz amable que lo hipnotizaba y le hacía viajar por el mundo. Cada sueño con ella era hermoso, casi sacado de una película romántica, se sentía completamente enamorado de ella sin siquiera tenerla en frente. Fue entonces que comenzó a dibujarla, con la esperanza de tal vez encontrarla en el instituto o en la calle, ya que era seguro que alguna vez la había visto en persona.

Una vez le preguntó a Rosalya si conocía a esa chica, mostrándole un dibujo que él había hecho y la joven negó con la cabeza mientras intentaba no llorar, había salido corriendo cuando Castiel llegó al lado de ambos y vio el dibujo también, se tensó y negó conocer a esa muchacha, pero Lysandro no era tonto, sabía que algo ocultaban.

Ella también era la musa para componer sus canciones, y eran tan hermosas que al poco tiempo se hicieron popular. En uno de esos maravillosos sueños, ella le dijo su nombre; "Sucrette" tan bello como ella misma, aunque esta vez decidió guardar ese pequeño secreto como un recuerdo de oro.

Sucrette. No dejaba de pensar en su nombre, en su rostro, en su voz. La buscaba todos los días, en los parques repletos de gente, en el centro comercial, en la biblioteca pública... en todas partes, pero no la encontró.

Gracias a ella, la banda que formó junto a Castiel logró hacerse muy famosa, llegando a ser una de las más populares de su país, las canciones que el componía pensando en dicha jovencita tocaron el corazón de miles, aunque Lysandro solo pensaba en una cosa cuando se paraba en el escenario, solo podía buscar entre el público a ese ángel de sus sueños, terminando con un gusto amargo en su garganta al terminar la función sin haberla encontrado.

Hasta ese minuto, esa noche de invierno en que había aparecido de la nada junto a él, cargando un paraguas entre sus manos...tantos años buscándola, tantos años soñando con ella para que el destino la entregara de una forma tan sencilla y cotidiana que llegaba a parecer otro sueño.

—¿Busca alguna dirección, señor?

Esa voz, esa dulce voz... era imposible olvidarla, pensaría que era un sueño otra vez, pero su cuerpo empapado y frío le hacía saber que estaba despierto. El paraguas que tan corto tiempo lo cobijo voló por los aires y la lluvia mojaba el cabello de Sucrette, sus ojos lo miraban con una mezcla de terror e inseguridad. Cuando salió corriendo no pensó en nada más que seguir sus pasos, no podía dejarla ir después de tantos años buscándola.

Hablaba con tranquilidad, pero por dentro su corazón estaba a punto de salir, la emoción de por fin encontrar a esa muchacha era tan grande que tenía tantas preguntas por hacer, pero al mismo tiempo tenía miedo.

Recuerdos Olvidados [Lysandro] [Corazón de Melón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora