Todos en el colegio hablaban sobre lo que se pondrían en la fiesta que Kenneth Burnett y Nathaniel Smith darían éste fin de semana. Claro que yo no iba a ir, tenía mejores cosas que hacer. Como sentarme a ver The Vampire Diaries junto a Cookie.
— ¿Irás? Dicen que es en la casa de playa de Burnett
— No, tengo que cuidar a mi perro
— Podrías llevarlo
Se notaba la emoción de Kate sobre ir a esa fiesta, era la primera vez que la invitaban por ser mi amiga o eso quería hacerle creer Nathan pero yo sabía que eso era sólo una excusa.
— Sabes bien que el anfitrión y Cookie no se llevan nada bien
— ¿No tienes con quien dejarlo?
— Kate, ve tú sí quieres -dije ya cansada-
— ¡No! Me invitaron gracias a ti, así que voy contigo o no voy
— ¡Aish!
La exasperación me consumía, no quería ir a esa dichosa fiesta.
— ¡Cariño!
Rodé los ojos, no necesitaba más problemas ahora mismo.
— ¿Qué quieres?
— Pero que humor -abrió los ojos burlón-
— Piri qui himir
— Irás a la fiesta -me ignoró-
— No puedo
— No te pregunté, es una orden
— ¿Eh?
— Aún no termina el quimestre -canturreó- Así que te ordeno que vayas a mi fiesta junto a Kate, nos vemos amor
La rabia creció dentro de mi y antes de que el castaño se fuera lo tomé por su muñeca girandolo hacia mí.
— Te dije que no puedo
— Y yo te dije que era una orden, así que sólo tienes dos opciones -se acercó peligrosamente a mí, haciendo que me enoje conmigo misma por dejar que me ponga nerviosa- Vas o mmm... Vas -besó mi mejilla y se fue-
— ¡Lo odio!
— Por favor, por favor, por favor -me rogó Kate- dice la leyenda que sus fiestas son de lo mejor, va a ser divertido. Vamos. -Puso cara de perrito- Puedes llevar a Cookie por si Kenneth trata de sobrepasarse
Ugh.
— No
...
— Te odio -crucé los brazos-
— ¡Nos vamos a la playa oh oh oh eh oh! -Cantó saltando en su puesto-
— Sabía que aceptarías venir -me abrazó Nathan-
— ¿Aceptar venir? -Bufé- ¡me secuestraron!
No exageraba, eran las seis de la mañana en mi casa, dormía plácidamente cuando escuché algo quebrarse en la cocina y los ladridos de Cookie así que alarmada me aventuré al lugar de la acción. Mis opciones eran: Un ladrón, un asesino, un violador o en el peor de los casos un fantasma pero jamás esperé encontrarme con Kate sonriendo malévolamente con una botella quebrada, cuyas puntas afiladas me señalaban a mi. Kate se comenzó a acercar dispuesta a hacerme daño y no tuve más remedio que retroceder.
Pero que clase de amiga es la que tengo.
— Kate... ¿Qué haces? Es por la fiesta ¿Verdad? Yo... Yo... No me hagas nada, iré contigo -cerré los ojos al encontrarme atrapada entre la pared y ella-
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MI PERRO Y YO TE ODIAMOS
Teen Fiction¿Es posible odiar a alguien con tan sólo cruzar unas cuantas palabras con él o ella? ¿Es posible que tu perro lo odie también o más aún que tu? En éste momento puedo decir que es realmente posible cuando tengo a un chico bastante guapo pero que su...