Ahh- ahhh- ummmm -Era lo que escuchaba Akane, quién hoy le tocaba vigilancia, bien sabía que en algunas zonas inhóspitas llegaban algunas parejas a reclamar su amor e incluso más, pero por aquellos territorios nunca había creído que escucharía algo así; tenían la fama de estar malditos por las tragedias que hace años ocurrieron ahí, por eso llegar a oír gemidos de placer era algo inesperado, quiénes serán los que cabe tanta desesperación para ir a ese lugar, ¿Quiénes?!,
De por sí, ese lugar era poco transcurrido incluso para la vigilancia que rara la vez pasaban, ¿Debería interrumpir? El lugar merecía respeto, pero los que estuvieron ahí necesitaban privacidad, así pues ha decidido no entrar, pues esas personas deben tener una buena razón como para estar en ese lugar. Sin más el se continuó su paso.