Caminando erguido

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Los niños miran hacia adentro, rebuscando en sus propias necesidades egoístas. Los hombres miran hacia afuera, fijándose en las necesidades de los demás.

Yo estoy en ese punto chicos, estoy mirando a la cara a lo que llaman "una decisión importante" y me devuelve la mirada con ojos inyectados de sangre y curtidos por la historia, quiere que me rinda y hulla con el rabo entre las patas, que falte al cumplimiento como un niño asustado, pero ya no hago eso. 

Voy a ser el hombre que el desertor de mi padre no pudo ser, haré que mi mujer y mis futuros hijos se sientan orgullosos.

La cultura de lo absurdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora