Prólogo

58 0 0
                                    

2008

Hoy Lucas viene a casa para hacer un trabajo de Lenguaje con mi hermano y estoy muy emocionada porque lo voy a ver, le quiero confesar lo que siento por el.

Bajo unos minutos antes de que llegue para agarrar un boul con cereales y un poco de leche; saludo a mi hermano que se encuentra en la cocina.

-Espero que no bajes cuando esté con Lucas-me advierte, sonrió y sigo rumbo a lo que iba hacer.

-Tranquilo, hermanito, no pienso molestarte-le guiño un ojo y me río internamente.

-Ok-dice dudando un poco de mi.

-¡Eh! De verdad no pienso molestarlos-asiente pero sin convencerse totalmente-. Te lo prometo-me acerco a él alzando el meñique, mi hermano también levanta el suyo y lo aprieta con el mio.

Subo victoriosa a mi cuarto con mis cereales y mi leche, ya que Félix cayó en mi trampa; prendo la TV y me siento en mi cama pasando lentamente los canales hasta ver algo que me llame la atención.

Luego de algunos minutos suena el timbre, aguanto mis ganas de bajar corriendo y abrirle la puerta a Lucas, escucho a Lucas saludar a mamá y esta grita para hacer que mi hermano se apure; mi hermano responde y empieza a sonar pasos apurados por toda la escalera-no sabía que Félix estaba en su cuarto.









Han pasado casi dos horas desde que llegó Lucas y no aguanto las ganas de verlo, así que salto de mi cama y bajo corriendo por las escaleras; antes de entrar a la cocina tomó aire porque mis pulmones lo necesitan y entro a la cocina.

-Hola, Lucas-me acerco y le doy un beso en la mejilla.

Veo a Félix matarme con la mirada, sonrió victoriosa y gesticulo sin emitir ningún sonido "Nunca cumplo promesas", sonrió nuevamente y me siento al lado de Lucas.

-¿Qué hacen?-pregunto.

-Comiendo, no es obvio-me responde sarcástico, Félix, volteo mis ojos.

-No te estaba preguntando a ti, era a Lucas-refunfuño y me para de la silla, voy saliendo de la cocina, pero Félix interrumpe mi paso.

-En realidad nos preguntáste a ambos, porque dijiste "¿Qué hacen?" y es en plural no en singular-ruedo mis ojos, gruño mientras subo las escaleras pisando fuertemente los escalones.

-Creo que se puso brava-dijo Lucas.

-Déjala, es una niñita malcriada-responde mi hermano.

-No soy una niñita malcriada-grito desde mi habitación-Soy una niña amada por todos y como nadie te ama a ti, me tienes envidia. Hasta Lucas me ama más a mí que a ti-empiezo a reír.

-Es verdad, Bro-me apoyó, Lucas.

Escucho a mi hermano gritándole a Lucas. Me tiro a mi cama pero me aburro, así que me levanto para ir al cuarto de mamá y pedirle que me maquille para hacerle un show de canto; veo en mi escritorio una chupeta de hace como tres días, así que la agarre y vi una cucaracha.

-¡Félix, ayuda!-grito mientras me subo a la cama y me arropo con la cobija hasta la cabeza.

Escucho los pasos apresurados de mi hermano subiendo, y en ese momento siento que abre la puerta de mi habitación.

-¿Qué pasó?-parece nervioso.

-Una...cu...cu...cucara...cucaracha-tartamudeo y señalo donde se encuentra.

Me destapó y veo cómo mi hermano se acerca lentamente, se saca el zapato y con un movimiento ágil la logra matar; la agarra por una de las antenas y se la lleva al baño para luego votar la por el váter.

-Listo, ya murió la desgraciada que te asusto-río mientras que pone su pose de súper héroe.

-Gracias, manito-me levanto de mi cama y voy hacia él para abrazarlo.

-De nada, muñeca-me devuelve el abrazo.

-¿Manito?-pregunto y él asiente-¿Por qué estabas peleando con Lucas?

-Si lo quieres saber, ve a hablar con él-responde empujándome hasta la puerta.

-¿Seguro?-vuelvo a preguntar.

-Seguro-asiente, terminándome de sacar de la habitación y cerrando la puerta a mis espaldas.

Bajo las escaleras y escucho a Lucas diciendo algo.

-Te tardaste mu...-me ve y se queda callado, luego sigue-¿Qué haces aquí?-pregunta rascándose la nuca.

-Félix me mandó a hablar contigo-sonrío.

-¿En serio?-sigue rascándose su nuca, parece algo...¿nervioso?

-Sí-asiento-Bueno,te quería preguntar ¿Por qué antes estabas peleando con Félix?

-Por nada-dice rápidamente.

-¿Seguro?-levanto una ceja.

-En realidad no.

-¿Entonces?

-Le estaba diciendo a tu hermano que...me...pareces...linda-tartamudeo.

-¿En serio te parezco linda?

-Sí y también me gustas mucho.

Mi boca forma una "O" perfecta; salgo corriendo a sus brazos y le susurro en el oído.

-Tú también me gustas.

Y seguimos con el abrazo.
..................................................................

En este prólogo Lucas tiene 13 años y Olivia tiene 9 años, aquí es donde se demostraron sus sentimientos mutuos por primera vez.

Maldita la hora en que te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora