Feel with me (Camren)

Au revoir París

- Mamá corre!! Date prisa!! – Le reñí a mi madre para que apresurara el paso.

El aeropuerto de Miami era enorme y mi hermana llegaba hoy desde París donde había terminado de estudiar el máster en bellas artes. Lauren y yo aunque teníamos nuestras diferencias nos queríamos con locura, y el hecho de haber estado sin ella durante casi un año hacía que tuviese tanta prisa por reencontrarme con ella.

Al llegar a la puerta de desembarque y ver que ya estaba todo el mundo saliendo me hizo mirar hacía todos lados en su búsqueda. No la encontraba por ninguna parte hasta que pude fijar la vista en una chica medianamente baja, con la tez blanca como la nieve y el pelo negro azabache con un corte long bob muy moderno y una boina roja en este. Y entonces la reconocí.

- LAUREEEN!!! – Y salí corriendo en su dirección en cuanto ella levantó la vista hacia mí.

- TAYLOOOR!! – Dijo dejando sus cosas en el suelo y saliendo a abrazarme.

Nos abrazamos efusivamente y al minuto pude notar a mi madre abrazarse a nosotras.

- Te he echado de menos renacuaja!! – Me dijo Lauren, y yo la miré frunciendo el ceño.

- Creo que la que se ha quedado algo renacuaja has sido tú... - Y hice un gesto midiendo por donde me llegaba.

- Mamá qué le das a esta niña para que crezca tanto?? – Dijo terminando las tres por reír.

Volvimos a casa y por el camino Lauren nos contó en todos los lugares donde había expuesto sus cuadros, y algunas de las ventas de sus obras de arte que había realizado y vendido.

Era una joven promesa del arte a sus 26, que aunque no nos lo contaba mucho sabía que estaba ganando bastante dinero en Europa.

- Y por qué has vuelto?? – Le pregunté.

- Vaya... ya te has cansado de tenerme aquí?? – Me recriminó.

- Noo, joder...

- Tay, esa boca! – Me riñó mi madre.

- Perdón... Es solo que no lo entiendo...

- Pues realmente no lo sé... Allí todo se estaba volviendo muy monótono, pintar cuadros muy parecidos para compradores snobs y ricos, que querían el cuadro que le vendí a uno de sus amigos pero algo mejor... Fiestas absurdas llenas de "nuevos ricos" y un montón de excentricidades que realmente detesto... - Resopló. – Además echaba de menos todo esto... No sé... Echaba de menos teneros cerca, comer la comida de mamá... El calor de Miami, la playa, el sol... No sé...

- Y Marianne? – Le pregunté a mi hermana por la que era su novia hasta donde sabíamos.

- Marianne dejó de escribir porque le faltaban musas... já... - añadió irónica. – Y se volvió a Toulouse para "reunirse" con sus orígenes, o lo que es lo mismo, volver con su exnovia Aureliè...

- Ups... - Fue lo único que pude decir.

Mi madre no añadió ninguna palabra a lo que comentábamos pero sonrió ya que nunca le había hecho ninguna gracia que mi hermana tuviese novia y menos en Francia.

Lauren se marchó a Europa a estudiar la carrera completa y fue allí donde descubrió que le gustaban más las mujeres que los hombres. Y desde entonces mi madre no sabía si odiaba el hecho de que le gustasen las mujeres o que todas las que conocía eran de allí y podían hacer que su pequeña no volviese nunca a casa... Pero ahora ya estaba aquí.