prólogo

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Un vacío se formaba de hace tiempo en aquélla  casa solitaria.
Recuerdos la consumían, Recalcando que le hacía falta alguien.

Sin esmero, ni preocupación en su interior Taehyung se acercó a la ventana para observar las hojas caídas por el otoño aproximado. Sin seder a la tristeza y angustia que se formaba en su garganta, empezó a cantar una hermosa melodía.

En la inmensidad del vacío, las ondas de su voz se propagaban cada vez más.Sin hacer caso omiso a toda persona que se encontraba cerca de él.
Se perdió en sus recuerdos.Y ahí estaba él una vez más.

Lo atrajo a su cuerpo, pero como podía ser tan poco, nada más eso.
Costumbre.
Costumbre a ya no escuchar susurros que le provocaban los escalofríos más agradables que podía experimentar.

Su nudo en la garganta lo engañó de nuevo. Las lágrimas, cálidas  de un sabor salado recorrían sus mejillas.
Aceptando la realidad de que esa persona sólo jugó con él de forma hermosamente cruel.

El aroma de su piel. Sólo pensar que esos labios hermosos de un color rosa ya no era de él, le hacía sentir una sensación de querer mucho más.

Algo semejante era una  aberración a su depresión, su cuerpo yacía más delgado de normal,desmarcado, consumido por un amor no correspondido.

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