-K K K K K K K K K K K K K.
-Si, Lucius, lo que escuchaste. Y ahora, ¿podrías guardar ese aparato?
-Pe-Pero...
-¡Lucius! ¡Estamos en una reunión seria!- se irritó uno de los Mortífagos, su cara cubierta por la máscara que identificaba a los que eran los seguidores de Voldemort. O a los que lo habían sido, mejor dicho.
Derrotado, Lucius twitteó un “Me tengo que ir :c” y guardó su celular en uno de los interminables bolsillos de su túnica.
-Lucius... ¿qué te pasó? Antes no eras así.
Tenían razón. Lucius Malfoy estaba prácticamente irreconocible. Desde que había comenzado a usar la internet intentando reclutar mortífagos retirados estaba cada vez más cambiado. En ese momento, vestía una camiseta con una imagen de One Direction estampada, unos pantalones ajustados y unas ridículas zapatillas a cuadritos rosas. Y no había que olvidar el Twitter, por supuesto. En su última reunión había bailado sobre la mesa porque su cuenta (@ElLuciusTwittero) había alcanzado 9000 seguidores.
-No soy raro, soy especial- se defendió él.
-Lucius...
En ese momento, el celular {móvil} hizo un breve ruidito.
-¡Fuckthesummer ha twitteado!- Lucius no cabía en sí de la alegría.
-¿Fuckthesummer?
-Sí... Oh, mira, está triste.
-¿Qué le pasó?- uno de los antaño terroríficos mortífagos pareció interesarse en la no-vida social de Lucius.
-Ni puta idea. Siempre está así. ¡Pero sus twitts son lo más!- dijo Lucius, mientras retwitteaba el recién publicado twitt. Y el anterior. Y el que venía antes de ese. Todo un stalker.
-Lucius...
-Esperá- dijo, twitteando “Sexy italiano” mientras adjuntaba una foto de Nico y se ganaba tres seguidores más. Luego puso una cara de asombro-. En mi TL acaba de aparecer...
-¡JOLIVIA!- gritó una voz enfurecida al fondo de la sala-. ¡CACA! ¡ZILY PUTO! ¡JAMILY LO MÁS!
Lucius no parecía caber en sí de la emoción.
-Na... ¿Naranjita? ¿Eres tú?
-Sí- respondió la aludida, sin soltar su PDF de Harry Potter-. Ya no parezco tan obsesiva de Jamily por mis twitts, pero... ¡OLIVIA ME LIMPIA EL PISO!
-¿Pero esa no era...?
-Naranjita, tengo un planteo para hacerte- dijo un mortífago, interrumpiendo al emocionado Lucius.
-¿Qué cosa?- respondió ella, mientras que le daba RT a todo lo que dijera “Naranjita”.
-¿Te unirías a nosotros?
-Yo...
-Jamily volvería, Naranjita. Cho Chang te limpiaría el piso. ¿Aceptas?
-¡OBVIO QUE ACEPTO!- dijo ella.
-Bien- dijo el Mortífgo-. Pero hay que apurarnos, que en este momento Dudley y la raya pueden estar chapando. El plan es este...
El mortífago no estaba tan errado. A kilómetros de allí, cómodamente sentados en un banquito de la plaza, Dudley y ________ se besaban apasionadamente. {Dioses, que asco}.
-__________, ¿tienes idea de cuánto te amo?- dijo Dudley, separándose brevemente del beso.
-Lo mismo que yo, o más. Nunca creí que podría amar a alguien de esta forma- dijo _____, y sus bocas se volvieron a juntar.
Tal cuál libro juvenil de romance mal escrito, Dudley y _______ se conocían hacía menos de un mes y ya querían pasar el resto de su vida juntos. Y probablemente lo harían, si no fuera por el villano que odia a los protagonistas generalmente de forma inexplicable que toda historia mala de amor necesita.
Ellos terminarían juntos, escaparían de los interminables enemigos que sin saberlo se habían ganado, conocerían a un amigo gay porque eso parece estar de moda el los libros {según me dijo mi anon querido}, follarían de una forma perfecta, irrealista y llena de orgasmos y, por supuesto, ese beso transcurriría sin problemas. Si esto fuera una historia de romance, claro. Pero como esto es humor y crítica a lo que haya por criticar, en ese momento Dudley vomitó en la boca de la desafortunada _______.
-¡ERES UN CERDO!- gritó ella.
-¡________, NO!- gritó Dudley, desesperado, pero ella ya se iba.
Aww, su primera pelea por amor. Que tiernos. Siempre tan apresurado todo, como pasa en casi todas las novelas juveniles de romance.