-¡Cloe! ¡Qué estás haciendo!- gritó Niss
-¡¡Aauch!! ¡Estaba intentando hacer una invertida, pero me caí por tu culpa!
-Upss, lo siento.
-Más te vale.
Estaba en mi misión de aprender a hacer la invertida. Como es que todo el mundo puede hacerla menos yo! Hasta Marcus puede, y tiene 7 años!
Por eso vine al parque, aunque no hay caso, ni siquiera 20 profesores de deporte podrían enseñarme.-¡Cloe, Niss! ¿Qué hacen aquí?- pregunta Mika.
-Miren, ahí viene Alex.
Alex es compañero de clase nuestro. También es el chico de pelo arcoiris, siempre lo trae de un nuevo color. Hoy lo lleva azul con mechones verdes, que asco.
-Morena, Castaña y Rubia oxigenada, que coincidencia- dijo Alex con tono de superioridad.
-¡Oye, lo mío es rubio natural!- le reclamó Mika.
-Claro, di lo que quieras...
-Hey, nadie le habla así a mi ami...
Me empecé a sentir muy mal, tenía unas ganas horribles de vomitar. Y pues bueno, lo hice.
-¡¡Iuggg!!- exclamaron Mika y Niss.
-Yo me voy- dijo Alex.
-¿Qué fue eso Cloe? ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? ¿Tienes náuseas?
Me empezaron a bombardear con preguntas. Derrepente sentí una punzada de dolor en mis omóplatos.
-¡¡Aaaah, auchh!!¡Patatas!- grité entre dientes.
-C..C...Cloe...- dijo Mika justo antes de desmayarse.
-¿Pero qué...? ¿Qué está pasando aquí! ¡¡HHHH!! ¡¡Cloe!!
-¿Q...que?
-¡Tu espalda! Está... sangrando.
- Eso explica el dolor. Y que Mika se haya desmayado.
-Tenemos que ir al hospital. Ahora.
-Ok
Después de eso, Niss me ayudó a caminar hasta el hospital, que estaba a tan sólo unas cuantas cuadras del parque. Y si se preguntan qué pasó con Mika, pues la dejamos tirada en el parque. Nah, se despertó dos minutos después de lo sucedido y nos acompañó al hospital.
-La verdad, no tengo idea que puede haber sido, nunca he visto esas heridas en toda mi carrera- nos explicó la doctora mientras examinaba mi espalda.
Justo en ese momento, sonó mi celular. Era mi madre.
-Amor, ¿dónde estás?
-En el hospital.
-¿Qué? ¿Por qué? Voy a ir de inmediato.
-Estaba...
Bip, bip, biip.
Genial, cortó.
-Era mi madre. Dice que viene de inmediato hacia acá.
- Bueno querida, ¿puedes explicarme exactamente lo que sucedió?
-Si. Estaba en el parque hablando con mis amigas y un compañero, cuando derrepente tuve unas náuseas terribles y vomité. Luego sentí un dolor inmenso en la espalda como si me clavaran dos espadas, una en cada omóplato. Y al parecer salió sangre y ahora tengo dos enormes heridas ahí.
-Mmmh, ya veo. Si miro con mucho detalle, pareciera como si salieran plumas de tus heridas, pero eso es obviamente imposible.
-¿Y qué se puede hacer por mientras, doctora?- preguntó Niss por mi.
-Puedo vendarte, si lo deseas.
-Si, por favor- le respondí.
Unos minutos después, llegó mi madre, histérica, como no.
-¡Mi amor! ¡Estás bien? ¡¿Doctora,que le sucedió?!
-Cálmate, mamá. Ya estoy bien.
-Ay mi nena- dijo mientras me abrazaba.
Le expliqué que me pasó, pero no pareció creerlo.
-Es imposible. ¿Segura que no te pegaste con algo?
-Segura. Ya pasó, vámonos.
Fui a mi casa y le pedí a Niss y Mina que fueran a las suyas. Al llegar me encontré con el pequeño demonio, que por una vez, si parecía preocupado por mí.
-¡Cloe! ¡Qué te pasó? Oí a mamá hablar contigo por teléfono.
-Nada, no te preocupes.
Subí las escaleras y fui directamente a mi cama. Traté de dormirme, pero no pude parar de preguntarme que me había sucedido. ¿Acaso me volverá a suceder? Quien sabe, espero que no, fue muy doloroso la verdad.
Al día siguiente, me desperté deseando que lo ocurrido el día anterior, solo haya sido un sueño. Pero al sentir las vendas en mi espalda, me di cuenta que no lo fue.
¿Es esto real?
¿Es un sueño?
¿Acaso estoy enferma?¡No lo sabrán nunca!
Nah, si lo sabrán... si siguen leyendo el libro...¡Adiós y voten si les gustó!
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¿Pero qué...?
FantasyA Cloe Anderson le está ocurriendo algo muy extraño y junto a sus amigas Denisse y Mikaela resolverá el misterio. Por el camino se encuentra con amores y decepciones, pero todo termina bien... tal vez...