Prologo

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Alguna vez han sentido terror, le han tenido miedo a algo, para después tener que enfrentarse a ese miedo, y no me refiero a tenerle miedo a una pequeña araña para después ponerte una en el brazo para enfrentarlo, sino al hecho de tenerle miedo a la oscuridad para después, sin que tú lo esperes, quedarte ciego. No hay nada más tenebroso que enfrentar tus miedos sin que tu lo decidas.

Mi nombre es Keila Graham. Vivo con mi padre Kaile Graham, quien tras la muerte de mi madre se encargó de protegerme de cualquier cosa. Mi madre falleció al momento de darme a luz, y aunque no la conocí, mi padre se encargó de que cada recuerdo que tenía el de ella se convirtiera en mío, el siempre decía que cuando la necesitara me mirara en un espejo y observara mis ojos, que mientras ellos brillaran ella estaría ahí aunque no la viera y para ser sincera que mis ojos fueran idénticos a los de ella era de gran ayuda.

Yo amo la normalidad, me aferro a ella como un niño asustado a su oso de peluche, pero de alguna manera, siento que no encajo.
Hay cosas que yo no sabia de mi o de mi familia, pero estoy dispuesta a correr cualquier riesgo para saberlo.
Muchas cosas dependen de mi.

Sandaris: Pasado ocultó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora