Arepentimiento

Secuestro

Nota del autor: esta historia se situa en las vacaciones de 1995-1996 y lo único que cambia es que ginny y harry ya son novios.

SECUESTRO

Para Harry Potter, las vacaciones de verano era lo peor que podía pasarle, y todo se debía, en gran parte por la gran cantidad de tarea y por la "agradable" compañia de la que gozaba por parte de sus tíos y primo. Desde que las vacaciones comenzaron a Harry lo molesto constantemente la cicatriz que tenía en su frente, suponía que se debía a que Voldemort.

Aunque Harry seguía teniendo el cabello negro azabache que le crecía por todos lados y ojos verdes debajo de unas gafas redondas, era totalmente visible que había crecido unos cuantos centímetros.

Desde el inicio de las vacaciones, Harry habia enviado y recibido cartas de sus amigos en las cuales le preguntaban que como se sentía y una que otra vez intentaban sacarle el tema de Sirius.

Sirius...

Los aterradores sueños del cementerio y la imagen del cadaver de Cedric habían cambiado pero no para bien, estos habían sido sustituidos por la repetitiva imagen de su padrino callendo por el velo de la muerte en el departamento de misterios. Lo único que le ponía medianamente contento era que faltaba muy poco para su decimosexto cumpleaños.

Harry estaba fuera de su casa caminando por las calles aledañas a su casa como todos los días. Al haber tenido una pelea con su tío Vernon su tía Petunia - quien extrañamente se había comportado menos fria con el -había insistido en acompañarlo.

-A tu madre y a mi nos gustaba jugar en un parque cerca de nuestra casa. -dijo Petunia, mientras estaban sentados en los columpios del parque.- Yo la quería mucho... Como a tí.

-Pués que poco la quería. -le espetó Harry, que después de mucho tiempo levantó la mirada.

-Me gustaría que recuperemos el tiempo perdido -Harry levantó la ceja derecha,sin entender, por lo que Petunia agregó-,me refiero a que me digas que...

Harry no se enteró de lo que su tía queria que le contara, pues de un momento a otro los invadió una sensación de estar siendo observados. Harry sacó del bolsillo trasero de sus vaqueros su varita mágica y la mantuvo escondida mientras miraba defensivamente a todos lados.

Todo se mantuvo en un silencio sepulcral solo roto por el susurro de los árboles y el crujido de las hojas bajo cuatro pares de pies que pasó desapercibido para las dos personas en los columpios. Sin previo aviso, Harry y su tía fueron expulsados hacia atras por una fuerza invisible.

Harry se levantó como un resorte con la varita en alto, sus ojos reflejaron terror cuando frente a el aparecieron Bellatrix Lestrange, Fenrir Greyback, Severus Snape y el mismísimo lord Voldemort.

-Harry... Es un gusto volver a verte -dijo Voldemort.

-¿Qué haces aquí? -preguntó Harry. -¡¿Qué quieres?! -.gritó Harry, nervioso. Se había colocado delante su tía.

-Estamos aquí porque pasa que me estoy cansando de perseguirte y vengo por tí -respondió el lord como si fuera algo normal. Harry río.

- Y ¿que te hace pensar que me iré contigo?

-No estoy pidiendo tu consentimiento. ¡Greyback!.- el licántropo sonrió y se lanzó hacia Harry, mordiendolo en su hombro. El muchacho se puso pálido y soltó su varita para intentar desesperadamente alejar a Greyback. Tía Petunia se lanzó para tratar de ayudar a su sobrino.

Despues de segundos interminables, el licántropo soltó a Harry quien quedo débil y jadeante en el suelo con las manos en su hombro. -Tráelo -ordenó Voldemort. Entre Bellatrix y Snape apartaron a Harry de su tía y lo cargaron uno de cada brazo. Voldemort caminó hacia la mujer que sollosaba en el suelo con la varita de Potter en la mano, la rompió y se la lanzó para, acto seguido, desaparecer.

Petunia tomó entre sus manos la varita de su sobrino y regresó corriendo a su casa. Estaba aturdida, todo había pasado tan rápido que aún le parecía irreal.

No quería creerlo.

La puerta del número cuatro de privet drive se abrió con un golpe seco que sobrealto a los dos hombres dentro de ella.

-Petunia, ¿Qué haces? -preguntó Vernon Dursley a su esposa al verla correr escaleras arriba.

Petunia rápidamente subió las escaleras y entró a la habitacion de Harry. Busco bajo la cama y en el desordenado baúl algo que la ayudara a comunicarse con los amigos de Harry. Dentro del baúl encontró algunas cartas, así que decidió enviarle una al primer amigo que se le ocurriera.

Tomó un trozo de pergamino, pluma y tinta, y se dispuso a escribir... Pero se detuvo de golpe: se dió cuenta de que la lechuza no estaba, seguramente Harry habia mandado una carta hace poco. Y aún así no sabía como enviar una carta.

Desanimada, bajó las escaleras horas después, y caminó hacía la cocina segura de que encontraría a su esposo. Al llegar efectivamente estaba ahí sentado en la mesa comiendo helado. Se sentó frente a el.

-Vernon, -lo llamó y este la miró. Al saber que tenia su atención, Petunia continuó- se llevaron a Harry -termino como en un susurro.

-¿Sus amigos fenómenos? -preguntó el hombre devuelta. Su esposa negó con la cabeza.

-No creo que fueran sus amigos, -comentó Petunia -Harry estaba aterrado.

-El se lo buscó. -sentenció Vernon - Esos fenómenos son muy peligrosos, nos hicieron un gran favor al llevárselo.

-¡No vuelvas a decir eso! -se levantó Petunia, enojada. -¡Voy a encontrar a mi sobrino sano y salvo!

-¡Pues no cuentes conmigo! - durante unos segundos la pareja se quedo mirándose furiosos. - .Cuando ese niño llegó aquí prometiste que no te meterias en sus problemas.

-No puedo dejarlo solo en estos momentos. -argumentó Petunia.

-Entonces, ¿después de tantos años decidiste que te interesaba en chico? -rió Vernon y salió de la cocina.

¡Hola!
Estoy editando la historia. Subiré la historia en cuanto acabe los capítulos.

Razones (que a nadie le importan) :

1.-Quiero darle mas importancia a la tía Petunia, ya que la historia es de ella y la había dejado muy olvidada.

2.-Mejorar la narrativa.