Arepentimiento

Snape

Harry despertó sobre el frío piso de piedra, la suciedad y la sangre seca le cubría cada centímetro de su lastimado, y adolorido, cuerpo.

Sus ojos, que antes habían sido dos hermosas y brillantes esmeraldas, estaban rojos. Durante toda la noche había llorado hasta que el sueño lo había vencido. Últimamente había llorado mucho, a todas horas y por todos motivos.

Durante los días que había estado en aquel horrible lugar se había dado cuenta de cuanto dependía de sus lentes, sin ellos no podía ver nada con claridad, lo que lo hacía una presa fácil para los mortífagos que se divertían con el siempre, y la visión borrosa le provocaba mareo y dolor de cabeza, y no lo dejaba pensar con claridad.

La puerta de la habitación volvió a abrirse. Harry se refugió en una de las esquinas abrazandose a sí mismo.

---¿Vas a seguir llorando como un niño asustado en ese rincón?---Habló la voz de Severus Snape desde la puerta.

Harry bajó la cabeza, avergonzado y se preparó para las preguntas que seguramente le haria.

---No voy a decir nada acerca de la profecia.---dijo firmemente.

---El señor tenebroso ya no desea saberlo. No cuando nos diste tu negativa en mi anterior visita con Bella.

Era cierto desde que había ocurrido el acontecimiento de Bellatrix, Snape no había vuelto a visitarlo.

---Si ya no quieren saber eso...¿por qué siguen torturandome?---Preguntó Harry.

Snape miró al chico, incredulo. El lord le había prometido que no volverían a lastimar al chico y que solo lo mantendrían como prisionero.

---Eso a mi no me interesa, Potter---Dijo Snape, volviendo a su actitud fría.---, yo tengo ordenes de venir por ti y llevarte frente al lord.

---"Lord"---Harry imitó a Snape con voz aguda.---Ustedes sí que parecen niños asustados, unos malditos y cobardes niños asustados de su Señor.

---¡Más respeto, Potter!---gritó Snape, furioso.

Se acercó a Harry y le sacudió por los hombros, por la expresión del chico cuando lo hizo pudo darse cuenta de que estaba lastimado, pero lo ignoró por el momento.

Potter y Snape quedaron frente a frente, mirandose furiosos. Harry cerró los ojos y por ese pequeño instante, para Severus, él no era Harry sino James su enemigo en cualquier ambito y entonces sintió un gran odio crecer en su interior. Queria cobrarle todas y cada una de las humillaciones que le había causado.

Golpeó al muchacho arrojandolo lejos de el. Harry se retorció de dolor, gimió y se acurrucó de nuevo en la esquina temblando de miedo.

---Ahora soy yo quien tiene la varita ¿Quién es el mejor ahora? ¿quién es el poderoso, James?---Gritó Snape apuntando al menor de los Potter. Harry no se dio cuenta de que Snape lo confundia con su padre, pues estaba muy ocupado tratando de escapar del miedo que le producia estar a merced de el profesor que más odiaba.

El muchacho se puso de pie con mucho esfuerzo y vió a su profesor apuntarlo con la varita, con una mirada llena de rencor.

---Yo voy a hacerte sentir verdadero dolor.---Le dijó y rió burlonamente.

---No---Harry negó varias veces---Usted no. Porfavor profesor.

Snape se dio cuenta del error que había cometido, él se había prometido no lastimar al muchacho, sino por el contrario, el quería ayudarlo

---Debes entender... si quieres sobrevivir aquí hasta que puedan venir por ti tienes que saber que ahora, mientras estes dentro de este lugar el señor tenebroso es quien decide si vives un día más o mueres en este momento.

---¡Claro que no! ¡Yo tengo la decisión de hacer conmigo lo que quiera!

---Estás equivocado... aqui nadie es libre ni siquiera el mismo señor tenebroso.

---Si yo no he terminado con esto es porque no he querido ¡yo sé que vendrán por mi! Y no quiero que lo hagan en vano.

---Ahí está... tú sabes perfectamente que no puedes escapar por tu cuenta.

Harry clavó la mirada en el suelo y las lágrimas comenzaron a quemar sus ojos y dejó que Snape atara sus manos y lo arrastrara fuera de la habitación.

Pasaron por varios pasillos largos y oscuros. Harry mantuvo la vista en el piso, estaba completamente devastado por lo que Snape le había dicho. Su parte más segura le gritaba que saliera de ese lugar usando su fuerza pero su parte dévil deseaba ser rescatado heroicamente por sus amigos... quería ser, al menos por una vez, el salvado y no quien salva.

---¿Para qué me trajeron aquí?---Preguntó Harry, alzando la mirada.

Snape se detuvo y se giró hacia el respondiendo simplemente.

---Vienes para ser asesinado.

---¿Y porque no me han matado aún?

---Creo que es porque el Lord quiere asegurase de que sepas quien decide tu destino.

Ambos siguieron caminando en silencio, ninguno de los dos pensaba en nada en específico.

Pero Harry debía admitir que a cada segundo silencioso que transcurría el miedo se abría paso en su cuerpo y en su mente...