Capítulo 3

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Capítulo 3: La vida te sorprende

—No recibo más audiciones.— Gritó Harry desde el sillón a espaldas a la puerta. Estaba frustrado. Ninguno de los treinta candidatos que se habían presentado tenía el más mínimo talento ó dedicación.

—Solo le pido la oportunidad de ser escuchado—. Dijo una suave voz detrás de él. Justo lo que necesitaba en esa irritante mañana. Un niño. No se molestó en levantarse de su sillón y apretando la copa de Bourbon dijo duramente;

—No tomo adolescentes como alumnos.—

—Por favor...— Susurró la voz. —Me costó mucho llegar hasta aquí.—

—No me interesan sus problemas personales.— Dijo él de nuevo.

—Por favor, señor Styles.— Suplicó Louis y él se levantó molesto, no necesitaba otro niño mimado.

—Dije que no.— Empezó a gritar cuando lo vio. Una figura pequeña, menuda y frágil. Cabello castaño algo despeinado. Con un abrigo que seguramente no sería suficiente para el frío de afuera y algo le llamó la atención. Llevaba en la mano un bastón guía. Esa criatura frente a él. Casi un niño, era ciego.

—Perdona mi brusquedad, tuve una mala mañana. Pero no quiero perder mi tiempo ni el tuyo, no tomo jóvenes y no voy a tenerte lástima por tu condición.— Dijo él. Louis pareció sentir desde donde venía el sonido de su voz y se dio vuelta. Harry se encontró con el rostro más dulce que hubiera visto en toda su vida y con los ojos tan azules como el cielo que miraban perdidamente a la nada.

—No le pido lastima ni consideración, solo una oportunidad.— Dijo él con firmeza.

—Aunque quisiera darte la oportunidad no podrías ver la partitura.—

—Solo dígame cual es la pieza.— Mencionó el ojiazul suavemente.

—No creo que puedas saberte esa pieza de memoria.— Respondió él con seguridad.

—Pruébeme, señor Styles.— Dijo Louis con orgullo. Él lo miró por un momento. La fragilidad de su presencia era una mentira. Ese niño era mucho más de lo que dejaba ver.

Él se acercó a Louis y lo tomó suavemente del codo para guiarlo al piano. Él se tensó al sentir su tacto y cerró los ojos para aspirar el aroma de su perfume. Era algo a maderado, dulce, y con cuerpo. También olía suavemente a Bourbon, la bebida preferida de su padre. Harry lo guió unos pasos y le dijo;

—Permítame su abrigo.— Él le dio su bastón y luego se quitó el abrigo. Él vio su vestimenta sencilla. Un suéter gris y unos jeans también grises con esas botas bajas. Se notaba que este chico no tenía dinero aunque su aroma era único, suaves rosas con motas de vainilla se desprendían de su pelo.

—A dos pasos tienes el banco.— Dijo él y Louis se movió con gracia hasta estar sentado. —Oscura Noche es la pieza.— Dijo él con seguridad. Louis asintió y puso sus suaves manos sobre las teclas. Cerró los ojos y comenzó a tocar. Harry se quedó hipnotizado. Era una de sus piezas más complicadas pero él la tocaba como si fuera Claro de Luna. Fluido y apasionado sus manos hacían el amor al piano sin equivocarse una nota. En el corazón de la canción él ya no lo soporto. Sus ojos se llenaron de lágrimas en una emoción que no sentía hace muchos años.

—Listo.— Dijo él, entonces dejo de tocar de inmediato. —Acompáñame.— Dijo él tomándolo de la mano y llevándolo al sillón.

Una vez que se sentaron Harry lo miró. Él estaba expectante.

—¿Tienes un currículum?.—

—Sí.— Susurró él, tomo su pequeño bolso y sacó una hoja cuidadosamente doblada. Lo entregó con manos temblorosas. Sentía que su futuro estaba en manos de ese duro hombre.

Él abrió la hoja y la leyó. Louis Tomlinson. 19 años, profesor de música recibido con honores en el instituto Eclart de Los Ángeles. Ocupación actual; profesor de piano en el mismo instituto.

La dirección era de un hotel en las afueras. De verdad le había costado mucho llegar. Él lo miró, Tomlinson tenía la mirada perdida en algún punto

—¿Cómo consigues tocar sin leer las partituras?.— Preguntó él dejando la hoja en la mesa.

—Solo necesito escuchar la melodía algunas veces y luego recuerdo todo.— Dijo Louis.

—¿Naciste..— No sabía cómo preguntarle.

—¿Ciego? No, señor Styles, perdí la vista en un accidente cuando tenía once años , volvíamos con mis padres de una cena cuando un conductor ebrio nos chocó, ellos murieron en el momento, yo recibí un fuerte golpe en la cabeza y cuando desperté no veía nada más que sombras y luces.— Dijo él en un suspiro.

—Lo siento, Louis. Pero no tomo adolescentes como alumnos, no soportan lo duro de mi enseñanza.—

—Eso es solo una excusa, señor Styles. Si alguien de verdad ama algo ninguna enseñanza es demasiado dura.— Dijo él convencido. Él lo miró de nuevo, ese chico tenía mucho espíritu.

—Lo acompaño a la salida.— Dijo y Louis sintió como él dejaba el sillón. Sintió como él le daba su abrigo y se lo
colocó. Luego le dio el bastón y lo tomó del codo para llevarla hacia la puerta.

—Lo siento de verdad.— Dijo Harry y por un momento sintió que quería que él se quedara más tiempo, su presencia iluminaba su solitario hogar.

—Solo creo que usted es un cobarde, señor Styles.— Dijo él con seguridad.

—No soy cobarde, Louis. Simplemente no quiero tener que verlo llorando ante mis críticas.—

—Interpreté su pieza más despiadada de memoria y sentí su respiración agitada mientras llegaba al corazón de las notas, no me diga que no podría enseñarme mejor por ser un adolescente o por ser ciego, simo quiero tomarme como alumno es un cobarde.— Lo desafío él.

—Lunes. 6:30 de la mañana lo espero aquí, le doy una semana, Tomlinson. Una semana para que renuncie.—

—Doy clases en la mañana y lo sabe. No puedo dejar a los niños hasta dentro de una semana que empiezan las vacaciones de navidad, ¿sabe? Su talento iguala su egoísmo, tanto talento, tanta magia solo reservada para usted mismo y sus grandes dones repartidos egoístamente y a cuentagotas solo porque cree que tiene derecho a hacerlo. No voy a dejar a mis niños sin clases por su capricho. Señor Styles, toda mi admiración por su música pasa a un segundo plano cuando me doy cuenta de que lo suyo no es ser un genio taciturno sino un ser egoísta y metido en su propio mundo, no quiero estudiar piano con usted pero gracias por la oferta. Ahora ábrame la puerta por favor, ya se cómo llegar al ascensor.— Él se quedo en silencio escuchando la dulcemente dura voz del chico dándole una lección.

—Lunes a las trece horas, es mi única oferta Louis Tomlinson.—

—No gracias, señor Styles, tengo mejores cosas que hacer que pasar mi tiempo con un ególatra como usted.— Dijo con seguridad y salió del apartamento. Él se quedó mirándolo hasta que entró en el ascensor. Cuando se dio vuelta para tocar el botón de bajada pudo notar una lágrima bajando por su pálida mejilla.

Cerró la puerta de un golpe y frustrado, quería volver a verlo. Quería que él fuera su alumno. Tenía que volver a ver a Louis Tomlinson.

Volvió al sillón y vio el papel sobre la mesa y lo tomó. Instituto Eclart . Tomó el teléfono y llamo a su director, él había sido uno de sus maestros cuando empezó a tocar. El hombre recibió el llamado sorprendido, y la propuesta lo sorprendió más. Cuando colgó se sentó en el sillón con una sonrisa

—Louis Tomlinson, nos volveremos a ver pronto.— Entonces se levantó, de golpe las notas comenzaron a llegar a su cabeza, tomó el mismo papel que tenía en la mano y comenzó a escribir. La inspiración había vuelto.

Melodía Secreta // Adaptación LS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora