Desastre temporal

El reloj dorado

Este fic lo escribía­ hace algunos años, pero, ahora gracias a una muy buena amiga, decidí que serí­a bueno que lo volviera a editar, para arreglar errores de gramatica y ortografí­a, y así poder subirlo a esta plataforma.

Anuncio: Naruto, tanto su historia como sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.

Desastre temporal

Capitulo 1.- Reloj dorado.

-Waaaah- Un fuerte y agudo grito masculino interrumpía la calma de un enorme bosque, el cual aparentaba tener cientos o incluso miles de años.

- ¡Waaa que dolor! Mi espalda... duele dattebayo- Se quejo Naruto mientras trataba de levantarse del duro suelo -¿Donde estoy? ¿Sakura-chan? ¿Hinata-chan? ¿Are? ¡Waaaa! ¿Qué hace una persona debajo de mí­?- gritó sorprendió el rubio al sentir los hombros de una persona pequeña; tal vez un niño o adolescente.

-Me duele, por... por favor podrías apartarte de mí- se escuchó el doloroso tartamudeo de la joven mujer que estaba debajo de él.

Al escuchar la una voz de esa jovencita, Naruto pensó que ya la había escuchado en alguna otra parte, por lo que sin peder tiempo se levanto del suelo y le extendió la mano a la persona que estaba debajo de él.

-¿Te encuentras bien?-preguntó apenado -¿Pero qué es esto?- Exclamo al ver a la persona que habí­a aplastado-

Horas antes:

-Que bien que estan todos aquí. Los reuní esta mañana para informarles que realizaran una misión, la cual consiste en vigilar el transporte de una caravana del señor feudal. En ella llevan muchos tesoros importantes de la nación del fuego, es por eso que se requiere del apoyo de los mejores ninjas de Konoha- informó Kakashi quien se encontraba ataviado con el caracteristico traje que denotaba su pocisión como el líder de Konoha- Ahora bien, Sai tu serás el lí­der del equipo, Sakura tu, por obvias razones fungiras como el agente medico, Hinata tu serás la rastreadora y por ultimo Naruto tu serás el encargado de la defensa en caso de que haya un ataque- anuncio Kakashi en tono solemne, mientras observaba con detenimiento el aspecto físico de sus subordinados.

-Entendido Hokage-sama- Contestaron los cuatro ninjas de Konoha con un toque de emoción en su voz.

-Y por favor, denle mis saludos al señor feudal- pidió amblemente con una sonrisa tras su mascara -Saldrán a medio día, así que alí­stense- pidió haciendo un movimiento con la mano para que salieran con cuidado.

-Ha- Afirmaron los cuatro jovenes jounins mientras salian por la puerta al mismo tiempo que el Hokage los miraba con un poco de orgullo.

Habí­an pasado cuatro meses desde el secuestro de Hanabi, y en este tiempo Konoha había fortalecido a un más su seguridad para tener la certeza de que sus habitantes y gobierno estarían debidamente protegidos. Tal había sido el exito de las medidas de seguridad que el nivel de criminalidad y accidentes se redujo en un 60%. Konoha vivía uno de sus mejores momentos como aldea pero aun faltaba mucho más para que la nación del fuego pudiera restaurarse de la guerra pasada.

La academia ninja apuntaba su mayor nivel de ingreso como jamás se había visto, además de que muchos de los actuales jounins tení­an labores de maestros, entre ellos Naruto, Hinata y Sakura los cuales eran los más populares entre la comunidad estudiantil ninja. Sus jovenes pupilos aspiraban a ser como ellos y ese era el motivo por el cual el nivel de los estudiantes parecía estar a su maximo nivel.

-Hinata, esto... ¿Paso por ti?- Le pregunto Naruto a la pelinegra con un poco de nerviosismo. Después de lo ocurrido con Toneri, ambos ninjas se volvieron novios y en la actualidad disfrutaban plenamente de su fresco noviazgo, aunque debí­an respetar ciertas reglas impuestas por Hiashi.