Tu dulce voz.

el reencuentro del hada y el humano.

—mo... que triste historia mami ¿qué pasó con el hada? ¿se murió en el frío? ¿el humano no hizo nada?

—no mi niña...

Ella se puso triste.

—que mal por ella, no volverá a estar con la persona que ama y con su hija...

—no te preocupes... que él y ella se volverán a encontrar en otra vida y volverán a enamorarse y tendrán muchos hijos...

La niña volvió a mostrar su radiante sonrisa.

—tienes razón mami, el amor siempre prevalece...

—bien dicho Kagome...

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Las lágrimas empezaron a recorrer el rostro juvenil de la joven y su cuerpo empezó a temblar levemente, ella frunció el ceño.

—¡No se porque me enamoré de ti Inuyasha! Siempre me haces llorar... pero no te preocupes... ya dejaré de hacerlo —gritó la joven azabache dando media vuelta y correr hacia la nada —"después de todo no era mi alma gemela..."

Las piernas empezaron a cansarse y la mujer detuvo su paso, se abrazó a si misma y se arrodilló lentamente hacia el suelo.

—¿tanto cuesta ser correspondido? —se preguntó ella sin parar las lágrimas de sus ojos.

Kagome miró hacia el cielo y vio como algo blanco cayó justo en su nariz, ella quedó atónita y abrió sus ojos sorprendida al ver como pocos de nieve caían en el bosque.

Ella levanta su mano para agarrar algunos pocos y los acerca a ella.

—me recuerda a la historia de la hada del invierno... —ella miró hacia el cielo nocturno —ella había encontrado a su alma gemela pero el destino le arrebató esa felicidad... —murmuraba para ella misma.

—es estúpido que creas en cuentos de hadas —habló alguien atrás suyo.

Ella se giró y miró confusa al youkai frente suyo.

—¿qué haces aquí? Es raro verte cerca de la aldea...

Él no respondió y miró hacia el cielo.

—los humanos son débiles... sera mejor que busques refugio —el demonio dio media vuelta pero se detuvo al oír que algo cayó en el suelo.

Giró su rostro hacia donde lo había escuchado y se encontró con la mujer tirada en el suelo.

Él la miró confuso y caminó hacia ella, la miró desde arriba y se dio cuenta que su piel se tornaba mas pálida y su respiración débil.

Él miró a su alrededor buscando la presencia de los demás humanos y los encontró en la aldea, volvió su mirada hacia la joven y una idea loca e estúpida, para él, cruzó en su mente.

—"solo será hasta que la nieve pare..." —se dijo a si mismo, caminó hacia ella y la tomo con su único brazo, rápidamente empezó a dar vuelo hacia alguna parte de esas tierras.

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La miko había abierto sus ojos dos días después, al despertar sintió su cuerpo muy cansado y adolorido, pero su cansancio fue reemplazado por shock y miedo, ya que se encontraba en un lugar que no conocía.

—todo esta bien señorita Kagome —dijo una voz al lado de la mujer.

Ella giró su rostro y se encontró con los ojos marrones de una niña.

—¿Rin? ¿la protegida de Sesshomaru?

—hai señorita... ¿se encuentra bien?

—bueno —tartamudeo —se puede decir que si... aunque mi cuerpo esta cansado y adolorido...