Capítulo 1. (En sucio)

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Todo comenzó en una fría noche de invierno. Se había detectado una nueva amenaza biorgánica y el gobierno estaba aterrorizado. Pasaron meses y la amenaza se acercaba cada vez mas rápido a nuestro país. Por suerte, unos científicos crearon unas máquinas capaz de transportar a las personas al lugar de la amenaza. No obstante la amenaza se encontraba en un mundo paralelo y era por esto que no se podía observar cuando llegaran. Esta máquina lo convierte todo en una especie de juego, pero un juego bastante real. Un problema es que no puede teletransportar a cualquier ser humano, sino solo a los adolescentes. Esto se debe a que el ser humano al ser niño contiene una célula que al utilizar la maquina se dañaría y causaría defectos. Los adolescentes por el contrario elimina esa célula para años posteriores volver a crearlas por su propio organismo. Es algo complicado de explicar. Al tener ya la maquinaria el gobierno se dispuso a intervenir por completo. En unos días mandó varias camionetas para llevarse a todos los adolescentes del país.

Esa noche me levanté de la cama por culpa de una pesadilla. No podía volver a dormirme sin beber un poco de agua, asi que sin mas remedio fui a la cocina. No me puse las gafas y tenía que tocar las paredes para saber por donde iba. Al estar todo oscuro y no poder ver bien tenía que guiarme con las manos. Una vez allí, agarre la botella y empecé a beber como si nunca hubiera bebido. Ya tranquilo, me limpio la boca con la mano y doy la vuelta para volver a mi cama. No obstante, antes de salir de la cocina, empiezo a apreciar varias luces rojas que se encienden constantemente. Obviamente no viene de mi casa, asi que me giro de nuevo para observar por la ventana que ocurre. Abro la ventana de la cocina y las luces rojas van directos a mis ojos como si quisieran llevárselos. Acto seguido me tapo los ojos y con el fuerte sonido de la calle cierro la ventana de golpe. No me ha dado tiempo de ver lo que sucedia, lo único que pude apreciar era el ruido de muchas personas juntas. No me había enterado de si había alguna manifestación para este día, lo que es muy extraño que lo hagan a las tres de la madrugada. Regreso a mi cuarto algo mosqueado por el ruido y me pongo las gafas mientras me siento en la cama. 

- No voy a poder dormir con tanto ruido. 

Con algo de sueño me quedo mirando al piso fijamente sin pensar en nada. Me estaba durmiendo despierto, ni siquiera escuchaba ya los ruidos de la calle pero no duró mucho. El timbre de mi casa me interrumpe el sueño y mi madre se asusta levantándose de la cama de un brinco. Nos acercamos los dos a la puerta y nos miramos extrañados. 

- No me lo puedo creer. ¡Malditos críos! - dijo mi madre enfadada.

Vuelve a sonar el timbre y empiezan a dar portazos bruscamente. 

- ¡Abran la puerta o la derribaremos!

Mi madre me mira asustada y a la vez preocupada y abre la puerta. Se aprecia varios camiones con niños y soldados caminando al rededor. Parece de película. Uno de los soldados fue quien llamó a nuestra puerta. Nos comentó que teníamos que acompañarle sin hacer pregunta alguna. Nos separó, metiéndome a mi en un camión. El camión no se detenía y yo le gritaba a mi madre, no se que está pasando y mi madre desaparece entre toda la gente. Lo último que pude oir de ella fue un "Te quiero". Todo era tan raro. Incluso me pellizqué para comprobar que todo esto estaba sucediendo de verdad. Tengo miedo, no quiero que pase nada malo, no quiero morir. Lo único que se me pasa por la cabeza es que todos acabaremos muertos. El camión esta lleno de chicos aparentes de mi misma edad que no había visto nunca. ¿Por qué nos separarán de las demás edades? ¿Qué se traen entre manos? Algunos tenían la cara mojada de lágrimas, otros se tomaban el viaje con tranquilidad y algunos no dejaban de hablar por los nervios. Este "desfile" no terminaba nunca y cada vez se incorporaban mas personas a la fuerza. A pasado tanto tiempo que ya me da igual lo que vaya a suceder, al parecer no terminará nunca. Pero obviamente, me equivocaba. Varias horas después llegamos a un lugar enorme. Estaban aparcando los camiones en fila de manera horizontal y delante de los aparcamientos habían varios rascacielos aparentemente recientes. No nos dejaban bajar de las camionetas porque teníamos que esperar a que llegasen todas. Según escuché cada cien camiones pertenecía a un rascacielo, y aquí hay tres rascacielos. Obviamente no todos los camiones irán solo a estos, al parecer habían mas en otros lugares. Una vez que llegaron todos los camiones se encendió una enorme pantalla que se reflejaba en varias ventanas del rascacielo pareciendo que era un cine. Todos mirábamos embobados y yo ya sabía que sería el fin para todos. Apareció un hombre algo mayor vestido con un traje elegante.

-¡Bienvenidos, chicos y chicas!  Ustedes serán los encargados de salvar el mundo. ¿Cómo? Pues de la siguiente manera: Nuestro mundo está siendo afectado por una amenaza biorgánica pero nosotros no podemos saber cuando llegarán puesto que pertenecen a un mundo paralelo. Esto quiere decir que podrían matarnos sin nosotros poder verlos. Por este motivo se ha creado millones de máquinas capaz de transportaros al mundo paralelo y así poder extinguir nuestra amenaza. ¿Por qué vosotros? Porque la máquina no es capaz de reconocer a personas de menor o mayor edad. ¿Es obligatorio? Por supuesto, quien no cumpla esta norma habrá que actuar de una manera no muy favorable para su familia o seres queridos. Al fin y al cabo os divertiréis, es como un juego. Tendréis tres vidas cada uno. Quien las pierda... bueno, mal asunto. No tenemos tiempo para seguir explicando, asi que seréis llevados inmediatamente a esas máquinas y preparáos para luchar por la justicia. ¡Buena suerte! 

Desaparece la pantalla reflejada en las ventanas y los soldados empiezan a llevarnos amarrados al rascacielo. Allí dentro nos separaron por grupos y nos llevaron a diferentes habitaciones. Antes de entrar en las máquinas nos sentaro nen el suelo y un soldado comenzó con otra charla.

- Veamos, las normas son las siguientes. Tenéis varios puntos a favor. Si hacéis fuego a amigo no le haréis daño, no obstante podréis provocarle un retroceso. ES decir, que si le disparas a un amigo con un arma muy potente, no le harás daño pero es muy provable que caiga al suelo por el efecto. Si algún amigo está a punto de morir podréis salvarle con las medicinas que se os facilitarán durante el efrentamiento. No os hagáis los interesantes y pensad que es mejor ir acompañado que solo. Si alguien esta herido, lo mejor es que lo ayudes, su vida corre peligro de verdad ya que si se le termina las tres vidas probablemente muera en la vida real. Es lo que hay chicos, asi que adelante. Antes de llevaros al mundo paralelo os meteremos en un entrenamiento durante un par de días. Allí podréis perder todas las vidas que quieran, no morireis. Aún así deberíais tomaros el entrenamiento como algo muy serio. Os ayudará para sobrevivir en el otro mundo. ¡Mucha suerte y estaremos en contacto! 

Se abre unas puertas enormes y se hace la habitación mucho mas grande. Al final del cuarto hay varios tubos grandes con puertas abiertas. Es bastante obvio que es ahí donde nos meterán. Mientras nos llevan a la máquina nos explican que hay un soldado por persona en la vida real que estará en contacto con nosotros. No solo eso, en el otro mundo no apareceremos con nuestra apariencia normal, se nos cambiará por nuestra forma de ser con alguna otra persona aleatoria. Me meten en el tubo y se cierran las puertas. Mi compañero que estará en la vida real está controlando todo desde fuera. Me dice que respire tranquilo aunque sea algo claustrafóbico. Me avisa cuando está todo listo y pulsa un botón alejándose un poco de la máquina. Intranquilo intento controlar la respiración. Se escucha unos ruidos y siento mis pies mojados, miro hacia abajo y observo como se está llenando todo de agua. Me desespero y empiezo a golpear las puertas del tubo. 

-¡Sacadme de aquí, me voy a ahogar! 

-¡Tranquilízate, todo saldrá bien!

El agua no deja de subir y yo sigo golpeando las puertas. Me desespero y comienzo a llorar sin dejar de gritar. Ya va por mi pecho e intento abrir aquello con las rodillas y con codazos, pero nada de aquello funciona. El agua me cubre por completo y casi ahogándome continuo golpeando. Siempre he pensado que la peor manera de morir es ahogado y ahora mismo estoy pasando por ello. No puedo aguantar mas la respiración y suelto lo que me quedaba de aire por la boca formando burbujas sin dejar de sentir mi cuerpo por completo. Todo era tan obvio, el fin estaba aquí, agarrándome de la mano. Quiere que le haga compañía y parece que no me puedo escapar. Me ha esposado mi mano con la suya, quiere que nunca nos separemos. 

Resident evil: new world.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora