Han pasado meses desde lo ocurrido con Ada Wong. Desde entonces nos ha dejado en paz. Yo sigo con la pandilla de Claire Redfield y ya me han aceptado en ella. Tenemos toda la situación controlada, no nos morimos de hambre así que no hace falta buscar comida, tenemos todas las armas que queramos y no tenemos problemas. Pero todo esto acabará aquí. Nos hemos hecho muy amigos y se puede decir que nos hemos acostumbrado a vivir de esto.
En este momento estámos celebrando una fiesta en el edificio donde nos reunimos cada noche pero con la excusa de vigilar el entorno me he quedado en el tejado a solas para reflexionar un poco. Barry no tardó en aparecer, se puede decir que es mi mejor amigo de todos de la pandilla aunque siento que le debo una bastante grande a Claire por lo que me hizo. Barry se acerca a mi y apoya su mano en mi hombro. Los dos miramos fijamente al frente con un silencio algo incómodo. Sabe que muchas veces me paso por aquí para recordar a mi madre y que esta vez sería por lo mismo.
- Barry... el exterior cuando tenga tiempo nos matará a todos por desobedecerlos, estoy realmente asustada por todo.
- Jill, si nos queriesen muertos lo habrían hecho ya, tan solo deben apagar la máquina donde nos metimos o asesinar nuestros cuerpos que siguen en los tubos. Venga anda, no te preocupes por eso y volvamos a la fiesta. -Le dice alejándose de ella quedándose sola otra vez.
Jill no se mueve del lugar y comienza a suspirar mirando el suelo del tejado. En ese momento ve algo raro en una piedra que hay ahí mismo. Jill la coje, dejándola en la palma de la mano para poder observarla más de cerca y aprecia que la piedra tiembla por si sola y como que el color se le descoloraba. "Fallo en el sistema" pensó Jill al ver aquello. Después de un buen rato, decide bajar a la fiesta para no preocupar a los demás pero fue antes de bajar del tejado cuando varios edificios que estaban por la zona, empezaron a temblar y a descolorarse al igual que la piedra. Esto ya estaba siendo demasiado preocupante por lo que sale corriendo para avisar a los demás de lo que estaba ocurriendo. Jill no tuvo más remedio que encender su linterna que tenía colocada en el pecho puesto que la luz de toda la ciudad había desaparecido. Esto estaba siendo bastante raro y Jill no dejaba de agobiarse, con la respiración agitada llega a la zona donde celebraban la fiesta. En esa planta solo había cuerpos tirados en el suelo que tenían el mismo efecto que las cosas que ya había visto antes. Corre hasta el cuerpo de Claire que tambían temblabla, zarandeandolo para ver si reaccionaba. No obstante no surgía efecto y el cuerpo de Claire se convirtió en el de una chica adolescente sin vida. Fue entonces cuando Jill se desplomó encima de esa chica, sufriendo los mismo temblores hasta morir y ser reemplazado por el cuerpo del chico. Es en este momento cuando la historia cambia completamente.
Me despierto cerrando los ojos de inmediato al estar metido en agua, golpeando por todos lados intentando escapar. Una pared del lugar donde estaba metida parece ceder y se abre, deslizandome por el suelo a larga distancia por el agua que había en el interior. Empiezo a escupir sin parar intentando poner en orden mi respiración aún tirada en el suelo. Es entonces cuando apoyo ambos brazos para levantar mi pecho y así poder comenzar a ponerme en píe. Me pongo la mano en la cara mientras con la otra buscaba en el aire un lugar para apoyarme, dando leves pasos bastante mareada. A los tres pasos me caigo al suelo con la vista nublada del lugar, desplomandome por completo por unos minutos.
Cuando mi cuerpo coge todo el aire necesario y ya está preparado para reaccionar, es cuando me manda señales para que me despierte. Algo conmovida por la situación, suelto leves quejidos al levantarme pudiendo ver ahora donde me encontraba, nada menos que el lugar donde me metieron para entrar en ese mundo paralelo, pero estaba diferente. Estaba desolado y había cuerpos tirados por el suelo. Las luces parpadeaban y no había señales de vida que se apreciara. Me acerco al tubo de donde salí, pasando un dedo con curiosidad. Había una fila pegada en la pared llena de los mismos tubos y todos parecían estar abiertas, excepto dos que estaban llenas de sangre con cuerpos dentro. A lo lejos del cuarto, donde se encontraba la puerta, había algo rojo que llamaba mucho la atención pero no se apreciaba que era. Sin ninguna otra cosa que hacer y comprobar que los cuerpos de la sala estaban muertos, se acerca a la puerta con la linterna encendida. Cuando llego, ladeo un poco la cabeza para poder leer bien lo que pone allí, parece estar escrita con sangre y eso hace que sea mas difícil de entender. En la pared lo único que ponía era "Ya están aquí." Algo extrañada, suelto una leve risa al recordar una película en la que decían esa frase pero el escuchar un gruñido raro por mis espaldas, hizo que me callara la boca. Girándome lentamente y enfocando toda la luz de la linterna en esa cosa, aprecio un bicho feo rojo a cuatro patas con uñas largas y una lengua bastante juguetona, más conocido como "Lickers".
- Oh, mierda. -Suelto sin pensar girando la cara al notar que me va a atacar, lanzando su afilada lengua contra mi, rozandome de lleno en la mejilla, provocando que la sienta pero sin hacerme ningún tipo de daño, tirandome al suelo como reflejo ante tal ataque.
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