Quinta Historia - A Comprar

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Otra vez a los 15 años. Estaba en el colegio, en hora de recreo que dura media hora. No había desayunado nada a la mañana, por lo que decidí ir al kiosco a comprar algo para comer. Enfrente mío había un culo enorme que sospeche que era de un hombre. Atrás mío había mucha gente, así que era la excusa perfecta. Me apoyé en el, y el empieza a sacudir el culo un montonazo. Mi pene llego a su clímax, pero no decidí metérsela porque estaba seguro que le iba a doler, y por ende iba a gritar, como consecuencia me iban a descubrir; por lo que decidí solo quedarme apoyado. Estuvimos unos quince minutos así. Cuando me tocó comprar, el estaba al lado mío el chcio esperando a que la kiosquera caliente la empanada de jamón y queso que pidió. Bajé casi sin disimular mi mano, le di una palmada en la cintura y el bajo la suya. En ese instante nos empezamos a acariciar la mano, muy disimuladamente y sin vernos el rostro. Cuando finalmente llegó su empanada, yo pedí un alfajor. Finalmente, para quedarse acariciandome, el chico buscaba $10 para pagar la empanada. Luego, cuando finalmente terminamos de comprar, nos fuimos los dos juntos pegados porque había mucha gente y seguíamos apretados. Cuando salimos del kiosco, el chico lo primero que me dice es: "Eu, voy al baño. Si queres acompañame porque no me gusta ir solo". Creo que la saben que pasó después. Fuimos al baño, convenientemente no había nadie así que nos metimos en la misma cabina. Me senté en el inodoro, cosa que nunca hago porque siempre está sucio; pero esta vez no me importó. Me senté, y el de agacho y empezó a chuparme el pene. Cuando cerro el cierre que tenía en el pantalón, fue muy gratificante porque mi pene estaba a mas no poder de lo parado que estaba, entonces disfrute mucho cuando finalmente salió de ahí. Solo faltaba el calzón, cuando me lo sacó, también me sentí libre, me sentí bien. Pero aun mas gratificante fue cuando el, en vez de meter su boca en mi pene, va hacia los pelos de mi pene que yo lamentaba no haber depilado para esa ocasión, y comenzó a chuparmelos con la lengua. Luego, me empezó a chupar los testículos, mientras mi pene rozaba su nariz. Eso sólo fue el aperitivo, ya que luego empezó a chuparme el pene. Primero, empezó por la parte de arriba, de atrás para adelante hasta llegar a la punta, al prepucio. Cuando llegó, instantáneamente, se la metió en la boca. Empezó a hacer el típico movimiento de atrás para adelante, mientras que intercalaba cada tanto movimientos circulares con su lengua. Iba tan rápido, que sentí que iba a acabar. Cuando se lo comenté, me dijo que lo haga en el inodoro. Cuando lo hice, llego mi turno. Acá fue donde lo arruine. Primero, espere  a que se saque el pantalón y el calzón. Luego le levante la remera y empecé a chupar su panza, le chupe los pelos que conducen el ombligo al pene, y cuando llegue finalmente, tocó el timbre que marcaba el fin del recreo; para mi salvación. ¿Por qué digo esto? Porque aun no estaba preparado para hacer una felación. Se lo dije, y el sin decir nada levantó sus pantalones y se fue ofendido sin decir palabra.

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