Just a story? (L. Lawliet y tu)

Capítulo 11

Capítulo 11

Una semana después, en el gran orfanato de Winchester todo había regresado a la normalidad y los niños asistían regularmente a sus respectivas clases. L ya estaba completamente sano, y ese mismo día retomaría sus clases en el nivel avanzado.

Corre M.A llegaremos tarde –le decía __ a su compañera de cuarto, a lo que la niña de cabello morado le responde fastidiada –ya voy, ya voy que ansiosa eres. Salieron las dos en camino al salón 226 donde verían su primera clase de artes marciales, para ser más precisos capoeira. Todos los niños se encontraban vestidos con sus Abadá (uniforme de la capoeira). L se veía realmente gracioso, ya que su Abadá le quedaba muy grande y no lograba integrarse en las secuencias de pasos.

Los movimientos de defensa de la primera secuencia del mestre Bimba comienzan, como los de ataque, con la ginga. Cuando llega el momento de defenderse, lo primero que deben hacer es dar un paso atrás. Después, practica una .- Decía el profesor dando la secuencia de pasos básicos. -1, 2,3 gritaba el profesor enumerando los movimientos, hasta que un "Bun" que resonó por todo el salón interrumpiera la perfecta sincronía.

-Jajaja –se burlaban todos los niños de la clase, al ver la épica y dolorosa caída del pequeño L, todos a excepción de __ y M.A quienes corrieron hacía el para ayudarlo.

–Ven aquí L –dijo el severo entrenador. –No tienes fuerza, no tienes coordinación, no tienes sincronía debes practicar hasta que el cuerpo aguante para mejorar, recuerda, un buen detective tiene que saber defenderse. –Vas a venir aquí 4 veces por semana, quiero que te pongas fuerte, flexible y logres ser un alumno destacado en esta clase, sé que podrás pero debes esforzarte. –L asintió avergonzado con un gran sonrojo en su pálida piel –ve a tomar agua –dijo el instructor, a lo que L hizo caso omiso, el pequeño sentía mucho dolor en su rodilla derecha y por acto impulsivo levanto su pantalón revelando así, un gran hematoma (cuando te lastimas y la zona se tiñe de color morado), desde el cuádriceps hasta el final de la rodilla. Al tener la piel semejante a la nieve, la mancha morada resaltaba mucho más, L veía horrorizado el golpe, y como parecía hacerse más grande al pasar el rato. No pudo soportar mucho así que rápidamente se dirigió cojeando a la hielera, tomó un pedazo mediano de hielo, lo envolvió en un pañuelo y los puso en la lesión. 15 minutos después, el morado había disminuido no en su totalidad, pero sí en su mayoría y el dolor había menguado prácticamente por completo, así que en un acto de valentía pura volvió a integrarse a la clase.

La perseverancia es la base del éxito –se repetía L una y otra vez mientras hacía una sesión de 180 abdominales. –No le veo final a esto, es como caminar sin rumbo fijo–dijo para sí mismo. -177, 178, 179, 180 y L cayó en el piso como si hubiera visto un oasis en el desierto, lo había logrado con todo y su abdomen de rollitos lo había logrado, eso solo quería decir una cosa, todo era posible con determinación y esfuerzo, podría lograr todo lo que se propusiera.

-Detesto esta clase con mi vida -decía M.A saliendo sumamente adolorida y cansada –míralo por el lado bueno, al menos cuando crezcas no vas a estar gorda –le respondió __ burlona, pero M.A solo la miró con reproche. –Oye, L se veía muy jocoso intentando seguir la secuencia de pasos –dijo M.A recordando aquella divertida escena –admito que fue extremadamente gracioso, pero que esperábamos es su primera clase con el instructor Jones, milagrosamente no murió en el intento. En eso, llega L con una sonrisa de oreja a oreja –Chicas, lo logré realice los 180 abdominales –dijo L victorioso, pero las chicas solo rieron -¿Qué pasa?, ¿Por qué ríen? –Es que hiciste solo 180 jajaja –decía __ aguantando las carcajadas- eran 4 sesiones de 180 solo que te fuiste por un buen rato –la boca de L formó una O de tamaño gigante equivalente a un "Ula Ula" –El entrenador no te dijo nada por ser tu primer día, pero es mejor que estés más concentrado la próxima vez –dijo M.A revelándole una hermosa sonrisa ladina.