Narra Anabella.
(Semanas después)
Escuchaba de lejos la melodía de un piano. Me levante de la cama de Juan, envuelta en la sabana blanca. Obviamente, había cumplido con sus deseos. Hace días me había lastimado el muslo, golpeándome con su fusta. Visitamos, repito, visitamos, a mi mamá. Porque el señorito se le antojó conocer a su "Suegra".
Baje las escaleras y llegue a él. Como siempre, tocaba canciones tristes.— Juan... ¿Por que tocas esas canciones? Son canciones muy tristes...
Dejó su piano y me miró. Tenia su poco pelo desordenado, un camiseta gris y un bóxer negro.
— Yo toco lo que siento.
— ¿Te sientes triste?
— Anabella, no me conoces. Tengo una luz entre sombras... 50 sombras mas. -Se levantó- No sabes de lo que soy capaz.
Apreté la sabana en mi cuerpo. Pensando bien en lo que iba a decir.
— ¿Es por eso que no puedo tocarte? -Casi grité- ¿Es por eso que jamas me hablas de ti? ¿Por que no puedo?
— No me conoces -Repitió- No quiero herirte.
Suspire acomodando la sabana nuevamente.
— Demuestrame a donde puedes llegar. Quiero conocerte realmente.
Suspiró. Me quitó la sabana y me levantó en sus brazos. Caminó despacio hasta el Cuarto Rojo. Abrió la puerta, encendio una luz baja y me llevó hasta un estilo de mesa. No se como explicar lo que era eso, pero me tenia apoyada boca abajo.
— Quiero que cuentes hasta 10 con cada golpe que dare. ¿Entendido?
— Si...
Me dio un golpe. Sentí un horrible dolor. Tanto que me saco el aire.
— Cuenta Anabella.
Me dio otro golpe.
— Uno...
Otro.
— Dos...
Mi voz se quebraba. Mis ojos llenos de agua salada. Llegue a contar 8, no podía hablar.
— Nueve...
La sangre bajaba por mis piernas.
— Diez...
Cerré los ojos dejando que las lágrimas cayeran.
— ¿Estas bien?
Me enderece como pude y lo mire. Quiso tocarme y me aparte.
— No vuelvas a tocarme en tu maldita vida.
Lloré. Su cara cambio drásticamente.
— ¿Esto te gusta? ¿Esto te da placer? ¿Verme así de débil?
— Ana yo...
— Se acabó. A la mierda todo. Consigue a alguien mas fuerte y mujer que yo.
Grité.
— Fue un error ir a entrevistarte, fue un error acostarme contigo, fue un maldito error firmar ese contrato, fue un puto error conocerte.
Tape mi cara.
— Todo a sido por querer madurar y ser una mujer de golpe.
Susurré para mi.
— Ana... Lo siento...
— No quiero verte la cara nunca mas Juan Luis. Devuelveme mi auto y yo te pagare todas las cosas que me regalaste.
Como pude, salí de ese horrible cuarto. Jamas olvidare lo que me hizo. Jamas olvidare lo que causó en mi.
Creo que jamas olvidare que en algún momento lo amé.
****
Corto 😬
Próximo capítulo, final.Maluma_historias.
ESTÁS LEYENDO
50 Sombras de Londoño. (Maluma)
FanfictionTodo ha sido por querer madurar y ser una mujer de golpe.