💝 Solo amor 💝

Capítulo dos: "Conociendonos"

Cuando esa muchacha se presentó, su nombre me pareció familiar, cómo si lo hubiera escuchado antes, mejor dicho, la he visto antes.
Es (T/A) (T/N, sino mal recuerdo, dorsal número 177, posteriormente 7 después de ganar la carrera. ¿Quién diría que nos volveríamos a encontrar después de tan tiempo?. Es bastante extraño.
Luego de batallar con mis recuerdos, hablé, para romper ese silencio incómodo.

-¿Quieres cargarlo?.- Dije.

-Claro, sería un placer ¿Cuál es su nombre?.-

-Se llama Sangaku.- Exclamé orgulloso

-Es un hermoso nombre.- Dijo, acariciando su rostro. Él sólo se removió entre sus brazos, ya que estaba dormido.

-Y ¿Dónde está su madre?.- Preguntó. Sin saber que con esas palabras, apuñaló mi corazón.

-Um, no debí hacer esa pregunta imprudente.- Mientras dijo esto, bajó su cabeza, pidiendo disculpas.

-Ya deberías conocerme.- Dije adoptando un tono serio y cambiando de tema.

-¿Qué?.-

-Mi nombre es Todou Jinpachi, el ex dorsal número 3 de la academia Hakone, el más bello, por cierto.- Dije esbozando una sonrisa arrogante. Ella sólo sonrió en respuesta y le devolví la sonrisa.

-Entonces, me conoces.-

-Por supuesto, soy una gran admiradora suya, Todou-san.-

-Ja, lo supuse. Bueno, entonces ¿Estás segura de poder cuidar a Sangaku?

-Claro, me encantaría. Es un niño muy lindo y además parezco caerle bien.- Dijo mirándolo con amor, mientras él estaba aferrado a su dedo de una forma muy tierna. Con sólo eso, me convenció de ser la indicada para cuidar a lo más valioso que tengo ahora, mi pequeño Sangaku.

-Entonces, no se diga más. ¿Cuándo quieres empezar?

-Mañana mismo, sino le molesta. Sólo déjeme volver a casa por mi ropa y algunas cosas.

-Está bien. Te veré mañana, a primera hora.

-Si señor, prometo no defraudarlo.- Dijo entusiasmada.

-Eso espero.-

Luego de la charla, la acompañé a la salida. Noté que vino en bicicleta, lo que me trajo muy gratos recuerdos. Me saludó con la mano y se marchó.
Tengo un muy buen presentimiento sobre esta chica. Creo que cuidará bien de Sangaku.

-Tú ¿Qué crees, pequeño?.- Dije peinando su cabello con mis dedos, sintiendo la sensación nostálgica del cabello de su madre. Es tan hermoso pero a la vez doloroso, el parecido tan grande que tienen los dos. Pero, no es su culpa. Él no pidió nacer y tampoco pidió su desdichada suerte.

Por ahora, lo único que puedo hacer por él es cuidarlo y amarlo como lo más sagrado que tengo.

Luego de cerrar la puerta y volver a la habitación del bebé, pensé en escribirle otra carta a ella, como lo he estado haciendo desde hace dos semanas. Escribir no alivia mi pesar, pero así puedo sentirme más cerca de ella.

Pensando en esto, besé con fuerza la frente de Sangaku, lo que lo despertó y provocó que llore.

-Ya, ya. Papá está aquí, nada malo va a sucederte.- Dije meciendolo para que se calme, lo que no funcionó.

-Estás hambriento ¿Verdad?.- Le dije, sonriendo.