Capítulo tres: "Dejando algunas cosas atrás"

19 1 0
                                    

Me pareció ver algo afligido a Todou-san, después de mi pregunta. No debí hacerla, que torpe soy. Aunque ya no sirve de nada reprocharme a mi misma, porque ya me despedí de él.
Ahora en lo único que puedo pensar es en qué clase de tragedia le habrá ocurrido a su esposa y por qué es tan difícil para él, hablar de ello.

-Buenos, ya no debo pensar en eso.- Me dije a mi misma, mientras cambiaba la marcha de la bicicleta para ir más rápido.

-Tengo que ser positiva. ¡Al fin conseguí un empleo! Además voy a cuidar a un muy lindo bebé. Parece tan tranquilo, con su cabello azul y su piel tan blanca, es un ángel.- Al decir eso, no pude evitar volver a pensar en que no tiene mamá y entristecerme un poco. Con mucha suerte, yo podría intentar llenar un poco el vacío. Ya que el lugar de una madre, no lo puede ocupar nadie, más que la propia. Y yo lo sé mejor que nadie.
Cuando me di cuenta, estaba lagrimeando. “Idiota” pensé y me limpié una lágrima sonriendo.

Las cosas van a cambiar, tengo empleo y aunque aún no arreglé los horarios, supongo que sólo tendré libre los fines de semana, así que debo dejar bien ordenado mi hogar ya que prácticamente dejará de serlo desde mañana. Emití un suspiro largo, como si estuviera cansada, sólo de pensar eso.
Por un lado es bueno dejar esa vieja casa atrás, ya que de ahí provienen muchos de mis malos recuerdos. Aunque a decir verdad, los mejores años de mi vida también se quedarán allí, en fotos tal vez, porque los recuerdos los llevo conmigo y por suerte son algo que nadie podrá quitarme jamás. Tengo que aprender a dejarme llevar y aceptar positivamente este cambio y oportunidad que se me presenta, aprovecharé cada momento de ahora en adelante para crear buenos recuerdos con nuevas personas.
Mis pensamientos excesivamente positivos, lograron que el camino a casa se haga más corto, y al volver a la realidad ya estaba entrando a casa.

Cuando ingresé, pude ver nitidamente ante mi, a toda mi familia, se estaban despidiendo pero sonreían como si eso fuera algo bueno. No pude comprender nada, sólo lloré como no lo había hecho desde hace 2 años cuando mi abuela falleció.

Me temblaban las piernas tanto, que caí de rodillas al suelo mientras continuaba sollozando y de un momento a otro la imagen de mi familia se desvanecía frente a mis ojos, de nuevo y yo no podía hacer nada más que arrastrarme e implorarle a Dios que no se los lleve, no otra vez. Pero no se oía nada, porque me había quedado sin voz, así que mis gritos de dolor no eran más que respiraciones pesadas, como alguien a punto de morir.

De hecho, así me sentía, a punto de desaparecer. Y de repente la imagen desapareció, recuperé el habla, el aire y dejé de llorar.
Sentí un alivio tan profundo.

-Adiós.- Dije, hablando en penumbra, sin recibir respuesta alguna. Sonreí y pensé que es la hora de comenzar lo nuevo y guardar sólo lo bueno en mi corazón y mente. Ya que seguramente es eso lo que ellos querrían para mí.
Solté una carcajada y me puse de píe, luego encendí las luces, dejando mi mochila en el piso.

Me dirigí hacia la cocina, para preparar un poco de curry, ya que no probé bocado en todo el día.
Después de comer y lavar los platos, comencé a empacar mi ropa en las maletas. Sólo eran 2, el bolso y la mochila. Empacaré sólo lo más crucial, puedo volver a buscar más ropa después.

Cuando acabé, subí a mi habitación. Quería dormir bien, así empezaría de buena forma el día siguiente.

-Mañana será un gran día.- Dije sonriendo, luego de arroparme y cerrar los ojos.
El futuro que me depara es incierto, pero eso es lo más divertido.









💝 Solo amor 💝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora