A volar

5 2 0
                                    

Desperté, y por fin, era Sábado. Me levanté a las 7:00 y decidí salir a correr para ver el amanecer.

Al llegar a casa, mi primera misión ya estaba encomendada. Tu primer mapa me esperaba en el buzón junto con otro sobre. 

Tomé ambas cosas y entré a mi casa. Me bañé y bajé a la cocina para desayunar. Mi mamá me esperaba en la mesa, no estaba sola. 

JASON: (Corriendo a abrazarme) ¡Cielos, Amy! Estás bien. Tu madre y yo no dejaremos que esto se quede así, te damos nuestra palabra. 

No es que no me agradará el novio de mi madre, tan solo lo odiaba por creerse mi padre. Nadie podrá reemplazarlo. 

AMY: Si, mamá ¿Puedo hablarte a solas?

MAMÁ: Claro, Jason 

JASON: Si, si las dejo

MAMÁ: ¿Qué pasa? 

AMY: En estos momentos, no me siento cómoda con Jason aquí. No te preocupes por atrapar al culpable. Es más, no te preocupes por mi. Volvamos a nuestras vidas, superemos esto así como superamos a papá. Otra cosa: No me busques si no estoy. Tranquila, todo va a estar bien.

MAMÁ: Pero, ¿qué cosas dices? ¿A qué te refieres con que te busque? ¿A dónde vas?

AMY: A ningún lado mamá, tranquila. Ahora desayunemos. Jason, ya puedes entrar a la cocina. 


Pobre de mi mamá, debió estar muy confundida, pero tenía que alertarla. 

Desayuné con los 2. Vimos una película y después, a prepararme. 


Saqué una mochila no muy grande, puse algo de ropa y objetos que creí que pudieran ser útiles. Incluí mi dinero, mi celular y comida que no se echara a perder. Después abrí el sobre, no era como los demás. 

"Aquí está tu dinero y algo más. Úsalos bien......-S" 

Había MUCHO dinero en verdad y boletos de avión y tren, junto con entradas para diferentes eventos. Realmente viajaría. Mi mochila no pesaba mucho, y ya estaba lista. 

Cuando mire mi habitación por última vez, Skittles llegó a mi ventana. Amaba a ese hermoso gato. Decidí llevarlo conmigo, no podía hacerlo sola. 

Escribí una nota a mi mamá y le adjunté tus cartas y la de Andrew. Tenía que saber al menos que sucedía, ignoré tu aviso de no decirle a nadie. 

Puse comida para Skittles y silenciosamente, salí de mi casa. 

Realmente estaba muy asustada. Llegué a la parada de autobús y saqué el mapa. Tenía una nota que decía: "Suerte". El mapa mostraba a México con una foto de mi, un flecha roja me llevaba de Guadalajara a la Ciudad de México y de ahí, a Nueva York. En Nueva York tenía un asterisco. Seguí la simbología y había un pequeño sobre. Traté de abrirlo pero no pude por más que traté. Después de Nueva York, la flecha me llevaba a Oregon, pero esta vez, la flecha era azul. Al igual que en Nueva York, había un sobre muy bien sellado. Cuando iba a ver el siguiente destino, llegó el camión. 

Me subí casi hasta atrás, esa ruta llevaba al aeropuerto. Junto a mi se sentó una viejita como de 80 años. No dejaba de mirarme de una manera muy extraña. No me atrevía a sacar el mapa ahí, así que decidí sacar al pobre Skittles. Le dí un poco de agua y me lo quedé en brazos. Volví a voltear a ver hacia la viejita, pero.......

Ya no era una viejita. Eras tú, en persona. De pronto, sentí mucho odio por ti. Me volteaste a ver y...


Desperté de una horrible pesadilla. Estaba en el camión abrazando a Skittles y no había ninguna viejita. 

CONDUCTOR: Llegamos al aeropuerto.  

Me bajé un poco confundida. Entré al aeropuerto y esperé el vuelo a la Ciudad de México. Pedí una jaula para Skittles y lo llevaron con el resto de las mascotas. Revisaron mi equipaje y todo estaba bien. Volví a sacar el mapa. 

Después de Oregon, una flecha verde me llevaba a Canadá. De ahí, a Europa. En Europa había muchas flechas y símbolos. No pude encontrar el final. 

ALTAVOZ: Vuelo a la Ciudad de México, favor de abordar el avión. 

Cuando ya estaba en el avión, decide descansar y relajarme. Comencé a llorar. Extrañaba a mi familia, mi vida. 

Al despegar, vi quien estaba junto a mi y mi corazón casi se detiene. 

ANDREW: Hola Amy. 

AMY: ¿A...Andrew? 

ANDREW: ¿Acaso creías que te dejarían viajar sola? Tranquila. Duerme. 

No fuiste tan malo conmigo. Decidí cerrar mis ojos y recargarme en el hombro de Andrew. Nunca había volado, pero no tenía miedo. 

Iba a encontrarte, tenía que hacerlo. No me rendiría. 


Cartas hacia una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora