Segundo Capítulo

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Juan se quita su gorrita de los Yankees de New York,no se lo puede creer. Como todo buen romántico le atribuye el mágico encuentro al destino, maquinando rápidamente el matrimonio que tendrían, y los nombres de sus tres hijas :Linda, Juana y Clara. Pero su Linda había cambiado, aunque seguía igual de mamacita como a él le encantaba llamarle de cariño; su pelo lo cortó al estilo americano, parecía ella toda una gringa disfrazada con esas ropas de marcas caras que sólo gente con dinero puede permitirse y que hace que los pobres vean a las personas como arrogantes aún sin conocerlas. Sus caderas y piernas seguían siendo el ensueño de Juan,el cual solo con verlas ya imaginaba todo lo que podría suceder si le daba la oportunidad en una momento de locura y lujuria.

Linda esta silenciosa,no es normal en ella, tiene una sonrisa forzada y no mira a Juan a los ojos, como si tuviese vergüenza de algo mira hacia los lados y mira hacia al cielo, respira profundo y responde muy lentamente:

-Juan, es muy amable de tu parte el invitarme a un helado, pero yo en verdad ya no como cosas dulces. Y no quiero que te ilusiones porque es que ya estoy comprometida,lo nuestro pasó hace mucho tiempo, y aunque no pude olvidarte tuve que pasar de página.

-¿Lo amas a él?¿Desde cuándo?¿Por qué?-fueron preguntas realizadas por Juan aunque solo dijo la primera en voz alta .Para no sentirse humillado lo dijo en tono de actor de telenovela mexicana,con mucha decisión al hablar,como si lo que ella fuese a contestar a él le diese igual.

Linda mira nuevamente hacia arriba, sus ojos comienzan a pestañear lentamente, y respira muy profundo,como si el corazón fuese a salírsele del pecho, logrando responder solamente que él la trata bien. Juan insiste, y utiliza uno que otro viejo chiste para persuadirla más aún. Juan la agarra muy despacio,desliza sus dedos de diferentes maneras a lo largo de toda la mano de ella de un extremo al otro,y cuando llega al dedo pulgar toma toda la mano y le da una vuelta típica de un salsero cubano, la tiene de espaldas,sus cuerpos esculturales juntos,moviéndose al ritmo de la música que se reproduce en sus mentes con una idea mucho más perversa que sólo un baile. Por un momento la mira fijamente y le pregunta : -¿Él te hace sentir así?

El deseo es mucho.Esa llama del primer existente entre Juan y Linda,ese amor que sólo los que la han experimentado pueden identificarse con las descripciones. Es el hecho de sentir que se detiene el mundo cuando esa persona te toca, cuando te habla al oído y te dice que necesita tenerte, tocarte, hacer que sus cuerpos compenetren, movidos por el hambre de placer,con el agradable fondo de la cama haciendo sonidos que junto con sus gemidos le harán saber a  más de un chismoso que son pecadores de carne.

Desde ese día Linda pasaba por el puesto de Juan todos los días. Él la piropeaba y le dedicaba uno que otro poemita que escribía . Un día ella llego y simplemente le dejó un papel con una dirección. Era una propuesta indecente que él estaba dispuesto a aceptar. Esto era todo lo que había estado esperando la vida entera,excepto por el hecho de que ella no le pertenecía a él. En el fondo, Juan siempre guardaba la esperanza de poder recuperarla. Pero no podía andar pensándolo tanto,por lo menos no en ese momento.Se ocupó en prepararse debidamente, comprarse nueva ropa interior para impresionarla y muy importante :¡ LOS PRESERVATIVOS! A sus 18 años iba a tener su primera vez, que aunque tuvo amigas y conoció chicas que le ofrecieron sexo,él decidió guardarse para ella.Le estaba dando su virilidad a esa mujer. Ya estaba ansioso de saber como se sentía estar adentro de ella, el hecho de ser uno ahogados en placer.

Así que allí estuvo,en aquel cuarto de hotel a las 8 en punto de la noche. Cuando llegó ella se encontraba en la ducha. Él estaba ansioso, sentía cómo caía el agua y se imaginaba el cuerpo de Linda desnudo, necesitaba entrar ahí y verla;sus deseos eran grandes pero sus principios no le permitían hacerlo. Simplemente esperó. Tras un rato sale ella empapada ,dice que quiere hablar. Le confiesa que no lo ha olvidado, sin embargo ha de estar con el hombre que es su prometido, que tiene carros lujosos y es dueño de hoteles.
Oh,sólo dios sabe cuánto se arrepintió de creer que se había enamorado de ella. Decepcionado del amor y de la vida abrió los ojos ,reaccionó y decidió ir directo a lo que habían  planeado: el encuentro carnal tan deseado, clandestinamente en ese cuarto de hotel.La noche no pudo ser mejor cuando ambos quedaron extasiados y planeaban próximos encuentros.

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⏰ Última actualización: Aug 25, 2017 ⏰

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