Mi Alumno

Prólogo

Unos días antes...

Ella.

-ven conmigo lucas.
Lucas se giro, quedando así muy cerca de mi.Me miro y sonrió.Esas palabras dieron inicio a lo que sería mi mejor noche.

Al estar cerca de la entrada el se posiciono de tras de mi recorriendo mi cuerpo despacio como queriendo relajarme.Creo que llego a la conclusión que estaba dudando por como veía todo. Llegamos a la habitación, no era muy grande. El lugar ya lo había visitado antes. Era discreto pero no muy excitante.

Luego de entrar fui yo la que continuo el recorrido con mis manos en su cuerpo mientras sus manos se mantenía firmes en mis caderas​.

Lo supe cuándo lo vi en aquel bar, él sería mi perdición.

Mi maldito bien merecido karma.

Sus labios sobre mi cuello nublaron mis sentidos, mientras fue bajando dejando a su paso un sin número de besos húmedos. Yo solo podría sentirlo en mi piel.Era como si mi mente se apagara de momentos y mi piel quemara.

-Despacio no ... hay apuro.Ve despacio. -Dije bajo como pude.

El bajo el ritmo.Pero a uno igual de enloquecedor.

-Es que sabés deliciosa. -Dijo antes de morder el lóbulo de mi oreja de un modo que me resultó tan sensual... Luego me volvió hacia mis labios pars besarlos con ansias. Me sentía casi como una adolescente con esa hambre juvenil. Que casi había olvidado.Fue bajando intercalando besos y mordidas mientras iba hacia mi ombligo una más brujas que otras como diciendo aquí estoy lo que esperas no es nada en comparación con lo que será...

No puedo decir que no me enloquecía todo lo que hicimos esa noche porque mentiría y soy una fiel partidaria de la verdad.

Lucas

Mis manos sobre sus caderas , sus brazos sobre mi cuerpo, apretado, acariciando, amasando cada parte...todo se sentía tan intenso. Mis manos se dirigieron hacia el vértice entre sus piernas que se encontraba ya húmedo y con el dedo pulgar acaricie sus pliegues para luego concentrarme en su clítoris.Mientras mis labios recorrían su cuerpo besando,mordiendo y lamiendo cada rincón de su cuerpo.

-¿Te gusta? Dije en tono ronco.
Ella solo asistió. -¿Que tanto, Ana? Mientras introducía el dedo corazón en su interior.

-¿Mucho.. o poco? Quise decir en su oído mientras regulaba la velocidad para ver cómo le gustaba. Lento, le gustaba muy lento ...después ubique sobre ella y me introduje de una estocada con movimientos suaves...

Cuando la vi supe que nos íbamos a entender muy bien... Es increíble que una mujer así este sola.