Después de pasar toda la tarde con Sungmin finalmente estaba sintiéndose un poco más seguro, aunque había pasado mucho tiempo desde la última vez que hizo el amor con Jong Woon él estaba seguro de que ambos aún seguían queriéndose. Era normal que tuviese dudas cuando no conocía si el mayor había cambiado en ese aspecto, estaba nervioso porque nunca había hecho algo sensual con sus otros amantes, Ryeowook se había vuelto una persona monótona que se conformaba con un instante de placer, eso estaba mal y era egoísta, sin embargo él no podía evitar comparar esas experiencias con Jong Woon. Cuando Jong Woon lo poseía se sentía de una forma diferente, era como si esa magia solo la poseyera él y aunque Wook trataba de disfrutar no era posible, no cuando los recuerdos de momentos pasionales y caricias desquiciantes regresaban al momento en el que había terminado toda la acción con la otra persona.
Jung Ki nunca pareció enojado de que así fuese, este trataba de hacer las cosas siempre de la misma forma hasta que Wook lograba entender que quería sexo porque siempre solía llevarlo a un restaurante o a la película de cine que más tarde comenzara para luego llevarlo a su apartamento y entre besos convencerlo de que estaba bien tener relaciones sexuales.
Que aburrido.
Se dijo a sí mismo eso mientras dejaba las compras sobre el sofá, él mismo iba a preparar la cena y organizaría su habitación en un ambiente sensual y excitante, Ryeowook no sabia si Jong Woon iba a rechazarlo por lo que estaba preparándose mentalmente para ello, aunque mentiría si dijera que no le dolería el rechazo del pelinegro.
Ambos estaban lo suficientemente heridos como para tener inseguridades, no obstante las palabras de Sungmin eran ciertas, si se seguían queriendo lo normal era que lucharan por reconstruir lo que habían perdido, Wook estaba tan ciego por su odio que había opacado el amor y lo había escondido lo suficiente como para que Jung Ki pensara que había superado el divorcio. Parecía que estaba seguro de que nunca más volvería a encontrarse con Jong Woon y todo cambio aquella noche antes de su boda cuando la verdad estalló dándole a entender que su único error había sido la falta de confianza.
No era fácil regresar a como eran antes cuando aún existían heridas que no habían cicatrizado del todo en los diez años que dejaron de verse. Wook quería que lucharan por superar los obstáculos y si era posible recuperar la relación estable que tenían antes de que terceras personas se interpusieran en su camino ¿sería capaz de dejar de ser tan posesivo?, era una tarea que ambos tenían, además Wook era consciente de las muchas personas que atraía el mayor, pero su falta de confianza y celos en el pasado le jugaron un mal momento ¿Por qué iba a cometer los mismos errores cuando sabía que Jong Woon seguía queriéndolo?, debía estar seguro de hacer las cosas de la manera correcta y esta vez empezaría por metalizarse que para Jong Woon el único que existía era él.
Sonrió mientras leía su libro de gastronomía favorito para decidirse que preparar de cena, le parecía mejor cocinar que ir a un restaurante, a Jong Woon le encantaba cuando lo sorprendía de esa forma una vez llegaba del trabajo. Wook pese a estar muy ocupado en terminar sus estudios siempre dedicaba el tiempo a su matrimonio y por eso la relación de ellos estaba tan bien, aunque se casaron jóvenes ambos sabían que era lo que deseaban para su futuro, Jong Woon en ningún momento lo limitaba ni le prohibía algo, lo único que le pedía era que se alejara de Jung Ki porque no era tan tonto como para no darse cuenta de que sentía algo más por su pequeño que una simple amistad.
Se decidió por un pollo al horno con verduras, revisó su despensa de vinos para ver si tenía y sonrió al encontrar uno especial, era extraño que guardara aun el licor de su boda, pero reservaba esa botella cuando quería recordarlo y el vino sabia exquisito debido a todo su tiempo de conserva, Wook asintió pensando que la velada seria perfecta, esperaba que fuera suficiente para que Jong Woon decidiera que podía dar un segundo paso.
