Un nuevo día.

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Hay días en que te levantas, y ya sientes el peso del mundo sobre ti. Pero no era un día de esos. Hoy me sentía segura, feliz, con ganas de empezar el día y hacer las cosas bien. El cansancio del día anterior había desaparecido, a causa del nuevo tratamiento y también las ganas de hablar otra vez con James.

James Byron. Su nombre y su sonrisa era casi lo único que ocupaba en mi mente. Era como un sueño. Y aún pensando en él, salí de casa. Camino del instituto.

Ya no tenía ganas de llorar. Ya no sentía el pesimismo de ayer. Ahora solo quería aprovechar.  Sonreír. Decirles a mis amigos todo lo que los quería. Contagiar mi optimismo. Hacer que ese día empezase bien. Y esos pensamientos solo mejoraron cuando vi a mis amigos. Éramos un grupo un tanto extraño. Diferentes, pero nos entendíamos muy bien. El grupo estaba compuesto por mis tres mejores amigas, Grace, Diana, Annie y los dos chicos eran Mortimer y Dylan. Si mencionaba las diferencias entre nosotros no terminaba nunca. Pero nos queríamos y habíamos aprendido a convivir juntos.

Cuando los divisé, esperándome delante la puerta del instituto, no pude evitar sentir un golpe al pecho. ¿Cómo suponía mentirles? Grace fue la primera que me vió, y vino corriendo hacia mi.

-          Eres una zorra. ¿Tu sabes lo perdida que me sentí sin ti ayer en el instituto?- dijo dándome un abrazo.

-          Yo también te quiero Grace.

No pude intercambiar más palabras con Grace, todos los otros se abalanzaron sobre mí y nos fundimos en un abrazo. No pude evitar tomar una foto en la memoria. Cuando un momento era muy especial, yo en mi mente captaba la imagen.  Solo podías hacer una foto en la memoria si el momento era muy importante, no se podía abusar de ello. A los ocho años empecé con la primera, cuando mi abuela me llevó a Leiden, la ciudad dónde ella había cumplido su sueño de estudiar. La segunda fue cuando cumplí catorce años y los celebré junto mi familia y amigos. Y ahora en la tercera podía ver a Mortimer abrazando a Annie, y cómo esta se sonrojaba. Diana haciendo cosquillas a Grace y cómo Dylan nos observaba  a todos con una sonrisa. No pude evitar abrazarlo.

-          Quien hubiera dicho que terminaríamos todos juntos, en un grupo. Tu y yo siempre hemos estado juntos, Tessie. Pero nunca me había imaginado acabar juntándome con todos esos trogloditas. - me dijo aún sonriendo.

-          Eh, sin ofender, Didi. Que te grapo la cara.- dijo Grace fingiendo enfado. – Te voy a cortar estos ricitos tan monos que tienes si me dices otra vez troglodita, ¿te ha quedado claro?

-          Lo que te decía, Tess. Yo me voy, me esperan en la sala de actos para empezar el curso de teatro. Adiós. – se despidió Dylan.

-          Adiós amor, nos vemos en química. ¡Tráeme chocolate! – le dijo Mortimer enviándole besos en el aire.

Dylan se marchó rápido con cara de circunstancias y el resto del grupo nos adentramos hacia las nuestras respectivas salas de tortura.

-          Tessie, ¿seguro que ya estás bien?- me dijo Diana.- Es que tanto rato en el hospital no parecía normal.

-          Es que estaba abarrotado de gente, casi no tenían tiempo de hacerme las pruebas y no me dejaban marchar sin más. Estuve más tiempo de lo previsto, pero me encuentro realmente bien.

Que fácil era mentir.

-          Perfecto, así que sábado vamos de compras cómo habíamos dicho. Después quiero hablar contigo, ¿vale? Nos vemos en la siguiente hora.

Me alegré que cambiara de tema. La abracé y entré en clase de inglés. Me senté al lado de Grace que ya se había instalado y me dispuse a atender la clase. Corregimos los deberes y cuando la profesora empezó a explicar la gramática, me llegó un mensaje de James.

-          ¿James Byron? ¿El chico del flan? ¿Estás hablando con él? ¿Qué no me has contado? ¿Por qué lo conoces? – chilló Grace.

-          ¡No chilles! Que nos van a pillar. Ahora te lo explico todo. – le respondí el mensaje delante el asombro de Grace- Nos conocimos ayer, en el hospital.

-          ¿El el hospital? Que lugar tan alegre para conocer tu futuro marido. ¿Y qué hacia él allí?

-          No lo sé. Pero yo estaba en el pasillo cuando me encontré con él. Empezamos a hablar de los impulsos y de arriesgarse. Le pedí el número y no hemos dejado de hablar desde entonces.

-          Todos los flanes del mundo se han juntado por hacer posible vuestro amor. – dijo con emoción.

-          Y después te enfadas si te digo que estás loca.

-          ¿Qué? ¡Pero si soy la persona más normal del mundo! Yo no sé a qué te refieres…

-          Grace y Tessa, si os tengo que volver a llamar la atención os voy a sacar de clase, ¿me entendéis?

-          Sí, sí, ningún problema.

Había olvidado lo susceptible que era la profesora de inglés. Todas las clases pasaron cómo siempre, y justo cuando salía de ella para dirigirme hacia el recreo me encontré a Diana, que me estaba esperando.

-          Tessie, ¿podemos hablar ahora? Las dos solas, porfavor.

No es muy largo la verdad, pero casi no tengo tiempo ni inspiración. Espero que os guste. 

If I Die Young.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora