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Te juro que aquella madrugada del viernes había despertado con lágrimas en los ojos y mejillas. Se resbalaron hasta caer en mi boca y entonces un sollozo salió de ésta. Había soñado que me querías, que me buscabas, que te importaba. Y entonces rogué con todo mi corazón que eso fuera cierto. Y lloré con toda mi alma sabiendo que jamás regresarías.

Voy a escribir sobre ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora