No dejo de pensar en el día en el que te fuiste dejando un espacio vacío en mi corazón, sintiéndome rechazado, inútil sin poder haber echo nada para evitarlo.
Ese corto segundo en el que te fuiste, desapareciendo sin haber dejado rastro alguno. Sin decir adiós como si no te importara. Alejándote lentamente sin mirarme la cara.
No me causó rencor, lo único que sentí fue mucho dolor. Era un sentimiento que nunca antes había sentido, no sabia si estaba enfermo o que era lo que me pasaba.
Entre en un estado de tristeza, no tenía ganas de hacer nada, era como si una nube gris me siguiera todo el tiempo, llenando el vacío que me dejaste por dentro.
Esperando a tu regreso que nunca llegó, cada vez más triste este pequeño corazón.
Intente odiarte con lo poco que me quedaba de sentido, pero no pude.
Sentía que me hacías falta aunque no era cierto, sentía que aún me querías aunque no era cierto, aun así no pude, me hacías falta en ese momento en aquellos momentos difíciles que pasaba, aquellas noches eternas en las que no podía dormir.
Ahora que ah pasado un tiempo, en el que me doy cuenta quienes están conmigo y quienes no, ya es hora de superarte de dejarte ir, de dejarte escapar, de dejar que hagas tu vida.
Gracias a ti costo pero logre fortalecer mi personalidad y formar quien soy ahora te guste o no.
Volveré a seguir mi vida, ya no está más la nube gris sino un sol radiante que me guíara e iluminará un mejor camino.
