Capítulo 2

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Hoy empiezo un nuevo día, un nuevo día en mi vida. Me levanto de la cama algo hambriento y sediento, así que decido ir a la cocina. Al abrir la puerta de la habitación, me invadió un dulce aroma a tostadas, café y zumo de naranja. Baje las escaleras con desgana y fui hacia la cocina y ahí estaba mi madre, en su más bello esplendor, con su uniforme blanco de auxiliar de enfermería,con sus zuecos cloggs de color blanco y su coleta alta con ese pelazo negro. Mi madre es una mujer de mundo, entiende de muchas cosas y no lo digo porque sea mi madre. Ella no mide más de 1'60, pero yo solo mido 1'68 pero yo digo que mido 1'70...

-Buenos días Eric, ¿qué tal te has levantado hoy? -dijo con la boca llena de tostada.

-Mamá, por favor, cierra la boca cuando estés comiendo, sabes que me da reparo -le dije con cara de asco y riendome al mismo tiempo.

-Bueno, bueno, como te has levantado hoy... ¿Estás preparado para tu primer día de clase? -me dijo mientras me miraba y tomaba un trago de café.

-Bueno... Estoy algo nervioso por como me van a tratar en el instituto. -le dije a mi madre desviándole la mirada y mirando para al suelo. - No sé si me va a pasar lo mismo que en el otro instituto, estar solo sin amigos, soportar criticas y que me den la espalda aquellos que consideré amigos...

Mi madre en ese momento me agarró muy fuerte de la mano. -No te preocupes de nada, yo estoy aquí, y te estaré apoyando en todo. Pero presiento que las cosas esta vez no van a ir en nuestra contra por una vez en la vida. -mi madre es una mujer muy fuerte, por tantas cosas que ha pasado, y sigue luchando por mi felicidad y por la suya. La adoro muchísimo. Me levanté de la silla y le di un beso y un abrazo.

-Gracias por todo mamá.

-De nada hijo... Bueno, yo me voy que si no llegaré tarde. Desayuna.

-Que sí mamá, no rompas el momento bonito que hemos tenido. -dije con una sonrisa de oreja a oreja. La verdad, es que me había quitado los nervios de golpe y porrazo. Menos mal que tengo a alguien que me protege en todo y que me apoya. -¡Ah! Y que te vaya bien en tu primer día como auxiliar de enfermería.

-Y tú mucha suerte en tu primer día de clase cariño. -cerró la puerta y se fue alejando hasta llegar al coche. Me asomé por la puerta de la entrada de la casa y la vi de irse. Volví a la cocina para seguir desayunando pero, miré el reloj de pared y eran las 7:15 de la mañana y no terminé de desayunar porque si no llegaría tarde a clase, y no quiero dar una mala impresión de mi. Subí las escaleras lo más rápido posible para prepararme para ir al instituto. Me vestí, me lavé la cara y los dientes y me peiné. Iba muy guapo, con mis pantalones negros rotos por las rodillas, mi sudadera rosa clarito con la palabra "patética" en color blanco y mis adidas superstar. Cogí la mochila y me fui hacia el instituto. Cogí el móvil del bolsillo del pantalón y conecté los auriculares para escuchar música. Iba escuchando "Tag, you're it" de Melanie Martinez, es una canción que me gusta escuchar cuando salgo a pasear. Tardé en llegar al instituto diez minutos, tampoco está tan lejos de mi casa.

Por fin llegué a mi destino. Estaba ahí fuera, delante del instituto, solo, sin la compañía de algún amigo o conocido. Todos se saludaban con otras personas, menos yo, era el nuevo y no conocía a nadie de allí. Me sentía raro. Sentía como otros me miraban raro y opinaban de mi, pero yo no le quise dar mucha importancia a la situación, así que entré dentro del instituto, y ahí dentro si me sentí el punto de mira. Todos pendiente de mi, del nuevo, del desconocido, ¿se habrán imaginado que soy gay ya? Me sentía rodeado por sus miradas. No me quería imaginar que estaban diciendo de mi, y por eso subí el volumen de la música. Divisé un banco en el que no había nadie sentado, y me dirigí hacia él. Me senté en frente de unas taquillas cuando una muchacha que pasaba por mi lado me vio y se sentó a mi lado.

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⏰ Última actualización: Mar 07, 2018 ⏰

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