Puedes contar conmigo (Mi-chan x Pokota fanfic)

ʕ'•ᴥ•'ʔ --♡--（ΦωΦ）

Una noche fría de febrero Komazawa decidió llamar a todos los integrantes del grupo, a todos menos uno. En un bar pequeño pero muy íntimo decidieron verse. El local estaba impregnado de una atmósfera muy nostálgica muy alejada de los lugares a los que la gente joven solía ir; no habían muchos clientes, y los pocos que habían eran bastante mayores que ellos, hombres de oficina los cuales disfrutaban del ambiente y la música de su época. Todo aquello no hacía más que acrecentar aquel sentimiento de tristeza. Cuando Komazawa llegó, vio a Iwashiro sentado en una mesa del fondo, con el vaso de refresco entre las manos y mirando el vacío. Ni siquiera el hombre de detrás de la barra dando la bienvenida a Komazawa le distrajo de aquel pensamiento.

-Hola.- Dijo sentándose delante suya tras pedirle una cerveza al barman.

-Hola.

-¿Aún no ha llegado Kettaro?

-Eso parece...

Entonces llegó Fujitani; el hombre a cargo del bar dijo sorprenderse de ver a tantos jóvenes en su local. Un hombre mayor empezó a contar anécdotas de su juventud con una sonrisa en la cara. 

-Siento llegar tarde.-Dijo sentándose al lado de Komazawa.

-No te preocupes, acabo de llegar.

Iwashiro se mantuvo al margen de aquel saludo, su mente estaba demasiado ocupada imaginándose como hubiese sido la situación si no estuviese pasando nada. Es la primera vez que estaban tan tensos, sabían que ninguno de ellos quería pasar por aquello.

-Hay que hacer algo con Po... digo, Egawa.-El hecho de que el mismísimo líder aún no se hubiese acostumbrado a utilizar los nombres reales hizo que a Fujitani se le arrugase la cara.- Todos estamos muy tristes, pero él es el que está peor.

-Yo no sé qué hacer, verle así hace que me quede en blanco.-Murmuró Fujitani.

-Tiene que haber una manera de que se sienta mejor.-Nadie dijo nada, la tristeza se hacía cada vez más inaguantable, Fujitani tenía ganas de llorar y la cara seria de Iwashiro reflejaba mucho más que de costumbre.-Intentemos pensar en algo, ¿vale?-...No hubo respuesta.-Iwashiro, no has dicho nada.

-Dejádmelo a mi.

Tanto Fujitani como Komazawa estaban atónitos.

-...¿Estás seguro?

-Bueno, tengo algo pensado.

Iwashiro no era el más hablador del grupo, de hecho era el que menos quedaba con el resto de integrantes del grupo fuera del trabajo debido a lo ocupado que estaba. Por eso, Fujitani y Komazawa, a pesar de estar agradecidos, no esperaban que el plan de su amigo fuese a funcionar.

-Creo que lo único que podemos hacer a parte de eso es ser más cercanos a él y crear muchos recuerdos.-Prosiguió el líder.

-Estoy de acuerdo.-Le respondieron los dos a la vez.

-Entonces ya sabemos lo que tenemos que hacer.-Se levantó y pagó la cuenta de todos.-Hasta el lunes entonces.

Cuando vio las caras largas les propuso de salir a algún lugar para despejarse, pero sólo Fujitani aceptó, el hecho de que Iwashiro tuviese algo que hacer no sorprendía a nadie, pero ambos sabían que esta vez era distinta. Komazawa se llevó a su amigo a la calle y se despidieron. 

-Después de todo eres el líder.- Bromeó Fujitani algo más alegre al salir por la puerta.

Mientras Iwashiro miraba cómo se alejaban sus compañeros se puso la mascarilla para evitar resfriados. Tras una llamada al mánager de Root Five hizo un largo viaje a la estación para coger el tren hacia donde quería ir. Una vez bajó del tren comprobó que aún no era tan tarde en el día; el frío era bastante notable, pero no difícil de aguantar. Empezaba  a notar las manos frías y a sentir como la nariz se le estaba poniendo roja, sin embargo, la razón de por qué aún no se había ido a casa le restaba importancia a todo eso.