(((φ(◎ロ◎;)φ)))

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Así dejó Komazawa que Fujitani fuese a por medicina, al fin y al cabo sus intenciones eran buenas. Aunque igualmente temía por él. Estaba preocupado de que se resbalase o que le cayese un rayo. Y la sonrisa triste que puso al irse no mejoraba para nada la situación. Hasta Egawa, que pasaba para dejar la bandeja con los restos del desayuno de su pareja se dio cuenta de lo que pasaba.

- Komazawa, ¿qué haces tirado en el suelo?...

- Kettaro ha salido a por medicina.

-Oh... Recuérdame que le invite a una cerveza cuando salgamos.

-¿Eh?¿No debía ser Mi-chan quien lo hiciera?

 《Mierda》pensó Egawa creyendo que casi les pilla el secreto.

- Ah, bueno... Ya sabes...

- Kettaro y tú os preocupáis demasiado.

- Bueno... - sonrió levemente- No somos los únicos.

-¿Cómo que no?

- ¿Qué clase de persona se tiraría en el suelo estando completamente bien?

Komazawa se levantó del suelo.

- Aunque he de decir que es una forma muy rara de manifestar preocupación.- Dijo Egawa mientras volvía a su habitación.

Marcó el número del casero para pedir ayuda pero también para quejarse un poco. Sin embargo, nunca cogió el teléfono. La única solución era matar el tiempo viendo la tele hasta que todo se mejorase por sí solo. Por otro lado, Iwashiro se encontraba peor y Egawa tuvo que quedarse cerca suya para asegurarse de que no perdía calor corporal; cualquier otro día eso hubiese sido motivo de felicidad, pero debido a que el frío que sentía era por la enfermedad tan repentina, no hacía más que ponerle nervioso.

- No creo que sea buena idea abrazarte si tienes fiebre- le dijo.

- Pero si tengo frío...

Al verlo tan cansado quiso mejorar su estado se ánimo, así que le dio un par de besos en la cara y puso su mano sobre su pecho para ir comprobando su temperatura. 

- ¿Sabes? Fujitani ha salido a por medicinas.

- Pobrecillo, con la que está cayendo... Tengo que agradecerle después.

- Ya verás como dentro de nada estarás mejor.

-... A ti también te tengo que agradecer, Poko-chan...

- ¿A mi, por que?

- Por quedarte conmigo...

Tras decirle esto, Egawa empujó con dos dedos la barbilla de su pareja con la clara intención de darle un beso.

- Espera, no quiero contagiarte...

- No me importa...

Eso fue suficiente para quitarle el frío a Iwashiro; en cualquier momento podría interrumpir Komazawa, pero les daba igual. Egawa sintió el impulso de acariciar el pecho de su novio, y asi sucesivamente. Sin embargo, eso sería hacer algo que no debía y aprovecharse de la situación, así que se quitó esa idea de la cabeza. Ya era suficiente. Se alejó de él apenas unos cinco centímetros de distancia entre ambos rostros; cuando alzó la mirada se topó con los ojos de Iwashiro, los cuales eran suficientes para poner nervioso a Egawa. Cada vez que era más difícil resistirse, pero no debía hacer nada raro, al fin y al cabo no estaba seguro si Iwashiro quería llegar tan lejos, y peor estando enfermo.

Los "es suficiente, para ya" que rondaban su cabeza no hacían más que volverle loco.

Acabaron hablando de cosas mundanas y pronto llegó la hora de comer. Debido al mal tiempo de comer, Komazawa tuvo que encargarse de la cocina. 

- Ah, déjalo, ya me ocupo yo- salió Egawa de la habitación al oír el ruido de las cacerolas.

-¿Eh?¿Estás seguro?

-¡Claro! Tú has hecho el desayuno, ve a distraer a Mi-chan, de mi ya tiene que estar harto, ¡jaja!- Rió mientras le daba unas palmaditas en la espalda.

Komazawa miró la calle a través de la ventana con preocupación.

- ¿No ha llegado aún Fujitani?

- Temo que se haya perdido.

- De él me lo esperaría.

- ... Eso no ayuda- se rió incómodamente.- Intentaré llamarle al móvil.

Por alguna razón, quiso estar lejos de Egawa durante esa conversación, no quería que nadie notase su estrés y lo primero que tenía claro es hacerse el maduro, costase lo que costase.

- Ah, Komazawa.

- ¿Dónde estás? Estás tardando mucho, Egawa está haciendo el almuerzo.

- Bueno... He tenido algunos problemas...

- ¿A qué te refieres?

- No he tardado en encontrar la farmacia, pero algunos caminos están casi inundados, así que he tenido que dar una vuelta muy tonta.

- ¿Inundados?

- Ah, pero ya debo estar cerca.

 - ¿Seguro? Eh... Bueno, confío en que no tardes en llegar.

- Claro que no, ya nos veremos.

Entonces colgó. Se alegró de saber que estaba bien, pero quería que llegase pronto a casa. Marcó el número de su pariente y empezó a contarle todo lo ocurrido. Afortunadamente, pudo tranquilizarse un poco; al parecer las lluvias torrenciales era comunes en aquel lugar y hace unos cuantos días se había extendido una enfermedad por la zona y que posiblemente la haya pillado Iwashiro. En cuanto volvió a colgar el teléfono se lo contó a Egawa, el cual se sintió más aliviado.


Puedes contar conmigo (Mi-chan x Pokota fanfic)Where stories live. Discover now