Damián y tú sois buenos amigos. De vez en cuando os reunís en casa de uno de los dos y pasáis la noche juntos.
Aquella vez, los dos estabais en tu piso, aprovechando que tu compañero no pasaba ahí el fin de semana tomando alguna que otra cerveza.
Al encontraros aburridos propusiste jugar a unos dados que tenían acciones en ellos y aunque Damián dijo que ni en broma jugaría a unos dados sexuales, le tranquilizaste diciéndole que tenías unos para jugar a retos. Aun así trajiste los dos. Quizás después de otra cerveza se animaba, ¿No? Después de todo no sería la primera vez que os besabais después de haber bebido un poco de más...