Sinceros

1K 147 86
                                    

para: kittycatmatsu
sé que querías angst, y me disculpo por ser incapaz de hacerlo e.e


Tom no recuerda otra noche más larga que esa.

Cuando él usualmente saltaría la cena y solo tomaría whisky, no lo hizo, y terminó compartiendo la comida con sus dos compañeros de casa.

Él nunca lo había pensado, pero nunca compartían otra comida más que el desayuno juntos, y eso explicaría el porqué de Edd murmurando una canción a si mismo mientras cocinaba algo para todos.

Parecía un poco surreal, verlo tan feliz, pero no era una vista que Tom iba a rechazar.

Cómo era de esperarse, su cena planeada en el comedor terminó mudándose rápidamente al sofá, ninguno de ellos queriendo hacer una gran conversación más que comentar sobre la película o los comerciales que veían en el viejo televisor. El gato negro de Edd apareció de La nada y se instaló en su lugar de costumbre- el regazo del morocho.

Tom estiró sus piernas cuando terminó su hamburguesa, y sintió un cansancio que usualmente no sentiría. Todo se estaba volviendo pesado y lerdo. Sus párpados seguían cerrándose solos.

"¿Tom? ¿Tom?" La voz de Edd lo hizo pegar un salto en el sofá. Matt, del lado opuesto, parecía un entretenido espectador de la escena. "¿Estas bien? Te ves pálido..."

El castaño luchó por mover su lengua. "...No?" Pero era cierto que no se sentía como treinta minutos antes. "Creo que debería ir a dormir." Concluyó más para el mismo que para los demás, pero Edd asintió fervientemente.

"Todos deberíamos."

-x-

Aunque Tom sabía que era raro esperar de Matt y Edd que comentaran sobre su comportamiento, le molestaba mucho más el hecho de quedarán en silencio. Tom prefería las cosas dichas de frente, no ambiguo trato y comportamiento hacia él (por eso, rayos, odiaba tanto a Tord).

Pero jamás admitiría eso en voz alta. Tom no necesitaba a nadie preocupándose por él o su comportamiento. O eso creía.

Su mente no estaba fija en absolutamente nada mientras caminaba hacia su cuarto, arrojaba su buzo a una esquina oscura y se tiraba a su cama. Cerró sus párpados con tan fuerza que luego parecía doloroso volverlos a a abrir, mucho menos moverse de dónde estaba.

No entendía porque, pero cayó rendido tan rápido que no recuerda la hora que el pequeño ruido lo despertó.

Quiso ignorarlo, podia ser cualquier cosa de afuera, algo mínimo o incluso podía ser el gato. Pero sus sentidos volvieron enteros cuando escuchó un golpeteo en su puerta.

Tom siquiera lo pensó al levantarse, pero antes de girar el picaporte se detuvo al oír La voz.

"Hm, Tom? Soy Edd..." Su voz tenía un tinte de pánico en ella, algo que nadie podria notar al menos que conociera al morocho por muchos años.

"...Edd?" Repitió estúpidamente. "¿Que pasa?" Y procedió a abrir la puerta.

Sin dudas encontró a su amigo del otro lado, trazando su silueta vagamente por la luz del pasillo. Edd miraba al suelo, su remera blanca que usaba para dormir deslizándose de un hombro.

"Perdón... por molestarte pero... Uh..." Tom lo miró fijamente, el cansancio que estaba volviendo a él le hacía difícil procesar o pensar que podría Edd querer. "Solo... Quiero saber si puedo hm... Dormir aquí hoy?"

"Uh,?"

-x-

"En serio, Edd." Nadie podría creer que el tono de voz de Tom daba la impresión de irritación, incluso su sonrisa cansada lo delataba. Le pareció tonto, hasta divertido ver a Edd avergonzado bajo su mirada. "No compartimos una cama desde, uh, no se-"
Edd tiró de la manta que Tom le tendió con brusquedad. "¿Cuarto grado? Ok lo entiendo. Somos.." El morocho suspiró al escuchar Tom resoplar a su lado. "*Soy* un adulto, ¿pero sabes que? No puedo dormir. No pudr cerrar un párpado ni siquiera dejar de pensar en cosas, entonces crei qué tal vez si-"
"Woah,okay okay. No tienes porqué hacer un monólogo." El castaño apoyó sus manos detrás de su nuca al acostarse ya que le extendió su almohada al otro. "Estoy demasiado cansado como para pedir explicaciones, solo acuéstate, si?"
La boca de Edd seguía abierta, como si todavía consideraba algo que iba a decir, pero terminó encogiéndose de hombros.
"Uh, gracias por dejarme dormir aquí." Y apoyó su cabeza sobre el gran almohadón de plumas que hizo sentir que su cabeza flotaba. La respuesta de Tom fue un pequeño gruñido, y ambos creyeron que sería todo por la noche.

Sinceros (TomEdd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora