El Comienzo

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Nunca fui de las chicas mas enamoradas, pero siempre me enamoro por los ojos. Admito que me encantan los chicos y si en plural porque en un día me pueden gustar varios.

No es que odie el amor, simplemente no creo en el. Para mi demostrar afecto es dar unos cuantos besos a algún tipo que me pareció atractivo y luego olvidar.

No me gustan las relaciones, mi regla basica es: no sentimientos, no problemas.

Y bueno aqui estoy, en una discoteca, junto a un chico, besándonos. Wow si que gran novedad, solo que esta vez disfruto el beso como ningun otro.

Cuando lo vi, todos mis sentidos se alertaron. El chico era caliente, pero a la vez demasiado dulce, tenía un cuerpo de infarto, si bien fuera una chica romántica diría que fue diseñado para protegerme. Tenía el cabello color castaño claro, piel bronceada, lindos ojos verdes, una sonrisa de comercial de pasta dental, buena altura, resumiendolo era un dios griego, diferente a lo que había visto antes. No había forma de dejar ir a ese bombom.

- "Me dirás tu nombre?"- susurró el ojiverde a mi oido.

- "Ni en tus sueños, esto es cosa de una noche"- respondí con mi típica sonrisa arrogante.
- "Tranquila, por cierto soy Luca".
- "Te lo pregunte?, no me acuerdo de las personas que conozco cada noche y tú no eres la excepción".

Luca me quedo mirando con esos ojos tan expresivos, algo me atrapo. No puedo explicarlo, se veía decepcionado, pero a la misma vez sus ojos brillaban como si algo bueno le hubiera pasado. Y créanme que de todas las cosas buenas que hay en el mundo, él me mira...  yo no soy nada buena.

- "Dime tu nombre, prometo no recordarlo mañana"- me dijo con una sonrisa encantandora.
- " Si ese es el caso, soy Mila".

Y ahí aparecio otra vez, una de sus muchas sonrisas. Este chico no se iba a cansar de sonreirme?

- "Te mentí - me respondio Luca

- "Disculpa?" - no entendía a que se refería, por un momento pensé que quizas era lunático.
- " Me refiero a que al día siguiente voy a recordar tu nombre" .
- " Me alegro por ti, lastima que yo no pueda decir lo mismo".

Apenas terminé la oración me tembló la voz. No entendía por qué, yo siempre soy segura de lo que hablo. Algo muy dentro de mi sabía que yo mentía, yo iba a recordar su nombre.

Y fue en ese momento que mi cuerpo reaccionó y me aparte bruscamente de él. Sali del local dispuesta a buscar mi auto, dispuesta a borrar todas esas ideas que rondaban en mi cabeza, dispuesta a sacarlo, porque yo Mila Reed no siento ni cosquillas por nadie, ni mucho menos por Luca.

Fuiste Todo lo ContrarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora