Todo en esta mañana me salió mal.
•La leche que vaciaba en mi plato con cereal se cayó.
•Mi peinado parece nido de pájaro.
•Tengo ojeras más que de costumbre.
•Olvidé mi celular en mi escritorio.
•Llegué tarde al colegio.Pero eso no importa en éstos momentos. Lo que verdaderamente importa en estos momentos y el causante de mis distracciones es que Charlie sabe de mi, sabe de mi existencia y que yo escribo las cartas. No creo en realidad poder hacer el Plan B, toda la bendita mañana no he dejado de pedir que cuando me encuentre a Jane no haga un escándalo al saber mi decisión.
Caminaba sin rumbo fijo por los alrededores de la escuela, sostenía un libro El asesino dentro de mí de Jim Thompson, sí, la persona que me rechace debería de tener mucho cuidado, sacaría muchas opciones de como hacerle su vida miserable solo por mandarme a la Friend Zone. Como decía, caminaba sin rumbo fijo por los patios del instituto, casi no había estudiantes por ese lugar así que el ambiente era perfecto para mi lectura pero casi podría jurar que sentía la mirada de alguien. Quité los ojos por 5 segundos de mi amor y me dediqué a mirar alrededor para ver de quien era la mirada que me estremecía. No encontré a nadie, probablemente fue alguien del segundo piso, ellos siempre hacen bromas.
Eché mi cabeza hacia atrás para poder ver sobre mi cabeza y ahí estaba él, Charlie. Me veía con sus lindos ojos color avellana e inmediatamente que lo vi me regaló una sonrisa, mis mejillas se calentaron cual fuego ardiendo de una hoguera. Seguramente ya tenía mi cara de color tomate y él lo notó, dio una risa ronca, me guiñó el ojo y desapareció.Me di cuenta de que mis manos sostenían él libro casi desde el pie de pagina y estaba apunto de caer, mis manos temblaban y yo sentía vergüenza y al mismo tiempo me sentía el ser más feliz del mundo. Me sentía tan genial, como nunca antes. Quería llorar del nudo de emociones que sentía. Quería quedarme ahí a sentir un poco más la misma sensación cada que viera para arriba y acordarme de sus gestos pero también quería correr y contarle a todos lo que me acababa de pasar.
Él me sonrió.
Charlie, me sonreíste.
Desconfíe de mis piernas porque se volvieron débiles así que me senté en la banca más cercana que encontré, desde esta podía. ver la ventana en donde estaba él. Esa escena no se salió de mi cabeza y se repetía constantemente mientras la brisa chocaba con mi piel y se llevaba hebras de mi cabello.
Retomé mi lectura con algunas páginas de mi amor dobladas y sentí como un ardor revuelto con agruras subía por mi esófago. Y no, no es gastritis, es el enojo que me invadió por lastimar a mi pequeño. ¿A quién carajos no le duele que se doblen las hojas de su libro? A las personas que no, vamos, no tienen corazón.
Seguí leyendo.
-Kyaaaa - resonaba una voz chillona a lo lejos imitando a un bebé- ¡Kyaaaaaaa! -cada vez se hacia más fuerte el sonido pero esta vez se escuchaban dos voces. No me moleste en voltear porque era obvio que se trataba de las gordas feas de mis amigas, Getse y Jane.
No me tomen a mal. Nos decimos así de cariño.
Gorda Fea 💘...
Sentí como dos cuerpos se posicionaban a mis exteriores, uno de cada lado. Levanté la vista y estaban más sonrientes de lo normal. Sin embargo, solo me limite a darles una sonrisa boba y a mirarlas con curiosidad.
¿Que? -pregunté juguetona- ¿porqué me miran así? -una risa nerviosa salió de mis labios, pero ellas me seguían viendo con diversión y misterio queriendo leerme.
Las Gordas se miraron entre ellas y me miraron rápidamente y al unísono gritaron como si fueran una sola "Plan B"
-¡No! No lo haré -afirmé- yo decidiré el tiempo en que lo usaré. Tengo otros planes en mente -paré un poco mientras veía mis tenis Vans en mis pies alegres moviéndose con nerviosismo de un lado a otro.
-Entonces... ¿Qué harás? Si no mal recuerdo ya sabe quién eres y...-dudó en decirlo- no dejará de molestarme con preguntas sobre ti, Kya; no puedo dejar que el salón haga otro escandalo con mi nombre con otro chico del salón solo por explicarle Álgebra. No quedaría Jane y Ch...
-¡CALLATE! ESO NO SUCEDERÁ!, no puede suceder. Porque tú eres mi amiga ¿No? -Dije pero más bien sonaba como una pregunta aunque ella pareció dudarlo un poco, se notaba en su mirada.
-C-Claro, no te preocupes Kya, no interferiremos entre tu chico y tú - estrecho su mano para ponerla sobre la mía y relajarme un poco. Estaba haciendo un teatro ahora mismo.
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CRUSH: ©
Short StoryHoy te vi por primera vez en la cafetería de la escuela. Llevabas unos vaqueros ajustados que hacían notorio tu buen trasero, es un cumplido ;)