Los detectives Crimson: Jack El Destripador

Pasado

17 de agosto de 1903

Quizás nadie lea esto. Quizás simplemente lo lea yo cuando alcance mis años viejos. Quizá lo este haciendo simplemente para sacarlo de mi cabeza. Bueno, es igual. Este es mi diario personal, el diario personal de William Hogwart Crimson: detective jefe del departamento de Wicheappel y...uno de los testigos de la muerte de Otto Burns Twotick, alias, Jack el Destripador.

Me hicieron muchas preguntas sobre aquello. Qué si donde estaba en ese momento. Si llevaba un arma. Tonterías que no hacían llegar a ninguna parte. Hasta que, claramente, llegó el momento de echarle sal a la herida.

- Muy bien señor Crimson, una pregunta más.

Bill - Adelante.

- ¿Donde estaba su hermano en la iniciación de la escena de teatro?

Bill - Estaba...estaba viéndola.

- ¿Y desde donde la presenciaba concretamente?

Bill - Desde donde todos lo hacían, claramente.

- Bueno señor Crimson, si me permite el comentario, usted entró al escenario y ,según cuentan la gente que miraba la obra, disparó al aire. ¿Es correcto?

Bill - Sí. Lo hice para hacer que huyeran, para que no hubiera heridos.

- ¿Y su hermano se fue?

Bill - ...

- ¿Señor Crimson?

Bill - Mire, ¿Quiere la verdad? Se la contaré: Ice acabó con la vida de la hermana de Jack y murió por un disparo. Punto, no quiero más preguntas. No estoy preparado.

- Un detective de su nivel, tiene que tener un nivel psicológico mucho mayor a los de los demás.

Bill - Lo que presencié fue demasiado.

Me fui sin dar explicaciones ni despedirme. La conversación me estaba asfixiando. Al llegar a la calle me subí a mi Maserati A6 CGS Bachetta y me largué de allí lo más rápido que pude.

Llegué a casa sobre la una del mediodía. Hacía calor. Suficiente calor como para decir que hacía buen tiempo. Whitechapel siempre estaba mojada. Si no era por la regular lluvia, por las amas de casa que limpian las calles. Es lo que tiene de especial. Por el día, con tantos parques y tiendas abiertas es un paraíso. Por la noche, también está bien...si lo ves desde la ventana de casa. Si no, se vuelve un horror.

Aunque ya no tanto como antes, obviamente. Ya que, el famoso asesino de Londres estaba muerto. Pero tampoco dejaba de haber ladrones y maleantes, dispuestos a robar cualquier miga de pan para sobrevivir. Al fin y al cabo, Whitechapel es uno de los barrios bajos de Londres. Ladrones, asesinos, lluvia, de noche...a mi hermano le encantaba salir a estas horas. Y a mí acompañarle.

3 de septiembre de 1903

El tiempo empezó a curar heridas. Al menos lo intentó. Pasaban los días, las semanas, los meses y todo iba con normalidad. Aunque claro, ya sabéis lo que dicen: no puedes disfrutar de la vida si no tienes a alguien con quien vivirla. Pero me las apañaba. Iba por los bares, encontraba algún que otro agente de la comisaría y nos tomábamos algo. Conseguía dejar un poco de lado a Ice...pero solo por un tiempo. El 3 de septiembre, me llamaron, nada mas oír el tono de llamada sabía que mi madre no me llamaba para darme los buenos días.