Capítulo 3

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Después de 30 minutos de viaje en coche llegamos por fin a nuestro destino, se trataba de un edificio, no demasiado alto, no demasiado bajo, la pintura de su fachada era roja, el color se asemejaba al que es habitual en los ladrillos. Era un edificio común, sin nada diferente.

- ¿Subimos?- Me preguntó interrumpiendo mi observación.

Asentí y subimos, al llegar a su piso entramos, su apartamento sí era diferente a todo lo que yo había visto, en su sala había una gran televisión, un sofá de cuero, libros colgados por toda la habitación.

-¿Te gusta?- Me preguntó

-Sí, es muy única

-Si quieres puedes coger un libro para leer.

Más tarde, me preparo la cena, una rica pizza de jamón, hablamos de la vida, de porque decidió ser profesor:

-Cuando era pequeño me aburrían tremendamente las clases, jamás atendía y siempre aprobaba justo, con 5, iba por obligación, porque era lo que tocaba, pero no me apasionaba nada, eso fue así hasta que un año tuve un profesor, Ricardo, él me inculco el amor por el conocimiento, y cuando terminé la carrera y tuve que elegir a que me quería dedicar, decidí ser profesor porque quería inculcarle a los jóvenes ese amor por el saber.

Después de cenar me decidí a preguntarle:

- ¿Nadie se molestará porque hoy duerma aquí?

-No, mis peces no suelen tener problemas con invitados, y si tienen algún problema con que te quedes, que lo digan- No puede evitar reírme ante sus ocurrencias- Pero..., no es que quiera que te vayas, es más, me encanta que una mujer tan linda esté en mi casa, pero deberías volver a tu casa lo antes posible.

- No quiero volver allí nunca, y por favor, no insistas o tendré que irme- Hice el amago de irme de aquella casa, pero él me sujeto con su brazo de forma agresiva.- Me estás haciendo daño- Le replique al dolerme su agarre.

- Lo siento, pero por favor no te vayas, no volveré a sacar el tema.

Con ese comentario me tranquilice, me mostro el cuarto donde iba a dormir, me deseo buenas noches pero yo no pude dormir hasta bien entrada la madrugada por la intensidad de los acontecimientos de ese día, no podía creer todo o que había sucedido en el día que se supone que iba a ser uno de los más felices de mi vida.

Al día siguiente Davidson me despertó para ir a clases

-Buenos días profesor Davidson

-Carlos, llámame Carlos

- Entonces buenos días Carlos

-Te daré dinero para que cojas un autobús a la escuela, no sería apropiado que nos vieran llegar juntos a la escuela.

Al llegar a clase me encontré con mis amigas, que me preguntaron qué me habían regalado, les conté como había sido mi día, exceptuando la discusión con los que yo creía que eran mis padres y todo lo que sucedió después.

Después de contarles eso, Amanda volvió a insistir con el mismo tema de ayer:

-¿Has pensado algo para la fiesta del Sábado?, ¿Que te vas a poner?, ¿Dónde lo vas a hacer?- Al ver mi cara de total desinterés decidió dejar de preguntarme- Si te da igual, te la organizo yo, pero de la fiesta no te libras.

-Está bien, organízala tú, pero no quiero nada grande- Le contesté para conseguir que me dejara tranquila con ese tema.

A la salida de clase vinieron "mis padres" a recogerme en el coche, decidí subirme para evitar hacer un show a la salida del colegio.

-Cariño, jamás quisimos engañarte, nunca quisimos herirte- empezó diciendo mi padre.

-Pero lo hicieron durante 16 años, me estuvieron mintiendo toda la vida.

-No te dijimos nada porque es algo muy duro para nosotros, no supimos proteger a nuestra hija, no la apoyamos suficiente y se nos fue- Dijo mi madre antes de romper en llanto.

- Nunca te lo contamos porque todavía nos duele mucho, y porque no queríamos que eso te doliera, siempre quisimos protegerte, quizás nos equivocamos pero siempre buscamos tu bien, por favor perdónanos.

Quizás me había equivocado al juzgar su actuación, me centré tanto en mi dolor, que fui egoísta, no pensé en ellos, solo en mí, pero aun así me duele que me hayan ocultado la verdad, que nunca confiaron en mí.

-Está bien, vayamos a casa- Les conteste sin más, no quería hablar del tema, no es un tema del que uno desee hablar.

Llegamos a casa, en el camino hablamos de cosas banales, les comente de la fiesta que me quería organizar Amanda, les pareció buena idea y se entusiasmaron.

-Por cierto hija, ¿Dónde te quedaste?, llamamos a las casas de Amanda y a Rocío, y no estabas en ninguna.

-En casa de otra compañera de clase, no la conocen- Conteste, no podía contarles que había estado en casa de un profesor, se alterarían y me harían un drama, así que preferí mentir y evitar un problema más.

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2017 ⏰

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