Pues bueno, aquí estoy escribiendo lo primero que se me ocurra y no tengo ni la menor idea de qué hablar.
¿Han pensado lo extraña y loca que es la vida a veces? Y como cada mínima cosa hace que nuestra vida cambie o acabe por completo. El diete de león, que es la portada de lo que sea que es esto, es como la vida. Poco a poco vas creciendo, intentando vivir. Hay gente que puede cuidarte, tratarte con cariño, y otros que simplemente te ignoran, te pisotean, y pocos se detienen a ver tu belleza.
¿Han observado detenidamente un diente de león? Es algo tan frágil pero a la vez tan hermoso, tan delicado. Nosotros somos como un diente de león, aunque es un poco contradictorio su nombre con respecto a la flor, pero, un diente es fuerte, difícil de romper y puede durar toda una vida, pero una flor es débil, fácil de destruir y dura poco tiempo. Nosotros, en cierta manera somos como el nombre de esa flor; podemos ser fuertes como un diente o frágiles como una flor con quien intenta tocarnos.
¿Y... han soplado un diente de león? ¿Entretenido verdad? Nos gusta ver como cada parte vuela y se esparce a nuestro alrededor. A veces nosotros esparcimos esa flor, otras veces puede ser el fuerte viento u otras es el tiempo quien se encarga de ir esparciendo pequeños pedacitos que vuelan sin rumbo.
Así es la vida, puede acabar en manos de alguien, pueden ser las circunstancias o el destino quien termine con nuestra vida en el momento menos esperado, o tenemos una vida plena hasta nuestro último aliento. Solo quedan partículas muy pequeñas de nosotros en las personas con las que pasamos buenos y malos momentos. Nuestra vida pasa como un diente de león que es soplado por el viento o por nosotros mismos, dejando rastro por donde quiera que vayamos.
Una vez escuche un lema que decía Deja Huella, y se refería al hecho de hacer buenas acciones e impactar al mundo, intentar que nos recordaran siempre. Pero pienso que ya por el simple hecho de existir y convivir con los demás estamos dejando una huella y seremos recordados por los demás, sea lo que sea que hayamos hecho. Alguien, en algún lugar, en cualquier momento, nos recordará ya sea para hablar bien o mal de nosotros. Eso es dejar huella ¿no? Estamos en la mente de alguien más, impactamos de alguna manera.
Lo único malo con los dientes de león es que no duran mucho tiempo, luego de que el viento se los lleva desaparecen sin dejar rastro. Será que debemos de dejar una huella que no desparezca, que perdure a través del tiempo. Si es así, cómo, de qué manera, vale la pena?
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