Corazón de oro

Primer día de clases

Eran las 7 am cuando el despertador del celular sonó. Era mi primer día de clases, ya no estaba emocionada de ir, el año pasado mis compañeros se la pasaron molestándome y no a mi sola, se burlaban de la mayoría, asi que no me lo tomaba muy personal pero era realmente molesto.

Tomé coraje y destapé la colcha que cubría mi cama, me levanté y me estiré. No quería estar de mal humor, así que intente pensar en lo positivo, espero que este año algunos de mis amigos no me dejen de lado como el anterior, eso me dolió mucho.

Fui a mi armario y cuando encontré el uniforme me lo puse. Me peiné arreglando bien mi flequillo, me heché perfume y desodorante. Luego fui para la cocina a desayunar.

-Buen día, Gwen.- Me saludó mi mama sonriente.

-Hola mama...-Adormilada me acerqué y le di un beso en su mejilla

-Tu mate cocido ya esta listo.- Asentí y me dirigí a la mesa de roble que teníamos en el comedor. Luego de tomar el desayuno ya que normalmente no comía a la mañana, me fui a dejar la taza al lavamanos.

-Tu papá llegara dentro de 10 min. aproximadamente.- Gritó mi mamá y salí corriendo a mi cuarto para meter los libros en la mochila.

Mis padres estaban separados desde que yo tenía 6 años. Nunca tuve una muy buena relación con él que digamos, nunca me prestó tanta atención como debería, o por lo menos así lo veo yo.

-¡Ya llego tu papá!-Cuando escuché el grito que pegó mi mamá salí corriendo con la mochila de mi habitación, mi papá era impaciente y no quería que me regañe por llegar tarde cuando él ya estaba acá.

-Acá estoy- Dije asomandome por la puerta principal con mi bolso.

-¿Ya estás lista?- Me preguntó mi papá acercándose para saludarme. Yo solo Asentí y le di un abrazo a mi mamá para luego subirme a la camioneta.

Mi papá entró y condujo hasta la escuela sin pronunciar una palabra. Cuándo llegamos abrí la puerta.

-Que tengas un buen comienzo, preciosa- Dijo mi papa echando un beso al aire.

-Gracias....-Le dije y cerré la puerta. Hoy llegaba temprano ya que era el primer día.

Mi papá estaba intentando ser mejor padre, aunque le costaba, pero las heridas que me hizo de niña no se cerraron. Obtuve cicatrices de su parte; esto no es literal, es mas bien heridas al corazón, y por mas que intento no puedo olvidarlo o dejarlo pasar.

Entré al colegio y ví a todos los chicos, desde los mas grandes hasta los mas chicos que entraban este año al secundario. Algunos estaban comiendo, otros reencontrándose y unos pocos observando su horario escolar. Yo pasé directamente a buscar a mi grupo de amigos que ya estaban en las gradas.

-Hola...-Saludé sonriente. Como siempre estaban hablando, la única que me escuchó fue Bell que no entendía nada de lo que estaban hablando nuestros amigos.

-Bienvenida.- Sonriente se acercó y me abrazó. En cuanto Dan se dio cuenta de mi presencia, se giró para abrazarme también.

-¡¡Chicos Gwen llegó!!- Gritó Dan haciendo sobresaltar al resto.

-Holi Gwen.- Me dijo Janette abrazándome fuerte y besando mi mejilla.

-Konnichiwa Gwen-Chan- Me dijo mi amiga Ann que era muy Otaku, a decir verdad creo que ya estaba obsesionada, pero era muy divertida y buena. No era como otros y sabía hablar de otros temas.

-Jeje Hola Anna.-Le dije saludándola.

-Hola tanto tiempo pequeño saltamontes- Sonrió Michael besando mi mejilla.