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¡ O 1◞♡° !

Con la mirada decaída entró a la tina con cuidado, sintiendo un cosquilleo ante el calor que abrazaba su cuerpo helado. Ya al estar sentado, desbordó un poco de agua que cubrió con un trapo de piso y suspiró cuando sus músculos poco a poco se relajaban, había esperado eso desde su inicio escolar.

Tragó saliva en seco al escuchar los gritos de sus padres que discutían por gastos, problemas familiares, sus calificaciones y lo más importante en toda etapa adolescente -según los adultos-: el futuro.

La sonrisa que siempre tenia parecía haberse dado vuelta al verse en el reflejo del agua.

Hizo espuma con el jabón y fregó su cuerpo. Se sentía sucio, como si no pudiera hacer nada bien, como si siempre estuviera predestinado a hacer las cosas mal.

La discusión no cesaba y el poco silencio del baño fue inundado por unas gotas que caían cada tres segundos en la cabeza del búho, venían de la ducha que su papá debía arreglar. Gotas frías como las que había derramado Akaashi esa mañana.

Se colocó shampoo en el pelo y lo dejó por unos segundos para luego enjuagarlo.

Tampoco estuvo bien que le haya gritado de esa forma a Kuroo, no tenia la culpa de nada.

El acondicionador cubrió sus claros cabellos.

Mucho menos, haberle contestado a Tsukishima como si del padre que no era se tratase.

Algo molesto frotó su cabeza quitando todo rastro de crema.

Volvió a mirar su borroso reflejo.

─ ¡Él no es un niño, ¿Acaso viste sus notas?! ¡No puede vivir del volleybol si ni si quiere sabe hacer unas cuentas de primaria!

─ ¡Estás exagerando! —su madre siempre estaba apoyándolo pese a todo.

─ ¿Que estoy exagerando? ¡Quiere tener un futuro sin salida laboral... —la verdad de la que su padre siempre hablaba le dolía.

Y así, él hundió lentamente su cabeza en las aguas espumosas que le otorgaba aquella noche de primavera.

Sus orejas se taparon, ese silencio era bonito, solo por unos segundos.

Cerró sus ojos apunto de caer en el sueño, hasta que sus pulmones parecían globos de agua. Alarmado y fregando su nariz, salió de la comodidad que quería disfrutar por horas.

Esa noche debía disculparse con mucha gente.